"Mientras golpeaba a mi hija, me di la vuelta porque no quería mirar". Con esta fuerte declaración la madre de Elena del Pozzo, de 4 años, ha explicado a la jueza qué ocurrió aquel lunes 13 de junio, cuando asesinó a la pequeña después de recogerla del jardín de infancia. 

La semana pasada los medios de comunicación italianos informaban sobre la fatal noticia del asesinato de una niña de 4 años a manos de su madre, Martina Patti. La mujer semienterró el cadáver en un descampado abandonado cerca de su casa y horas después denunció un secuestro en frente del jardín de infancia que no convenció a los investigadores. Este martes, ha testificado ante la jueza y ha asegurado que "no recuerda" el momento del asesinato, según el medio italiano Il Corriere della Sera.

La jueza de instrucción, Daniela Monaco, ha sostenido que todo indica que la niña sufrió una muerte sangrienta y lenta, ya que intentó escapar y oponerse, lo que supone que fue "un gesto premeditado", tal y como se desprende de la autopsia. La menor sufrió múltiples puñaladas en el cuello, la oreja y la espalda y cortes en diversas partes del cuerpo. 

Matar a un niño a una edad temprana es un comportamiento antinatural, repugnante, éticamente inmoral y reprobable

La magistrada ha afirmado en el juicio que "matar a un niño a una edad temprana, y por lo tanto, indefenso, además de integrar un delito muy grave, es un comportamiento antinatural, repugnante, éticamente inmoral, reprobable y despreciable". Por lo que esta acción se relaciona con "un fuerte indicio criminal y de alto grado de peligrosidad". 

Además, la madre, que en ningún caso mostró arrepentimiento, denota una particular falta de escrúpulos con intenciones de huida, en palabras de la jueza.

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Por el momento, los investigadores han tratado de recrear el fatídico día y han concluido que la mujer dedicó la mañana a estudiar para un examen de la Facultad de Enfermería, después recogió a su hija en el jardín de infancia, la llevó a casa y le dio de comer un pudin de chocolate viendo dibujos animados.

Tras este escenario tan rutinario, la historia da un vuelco de 360 grados cuando la mujer subió a su hija al coche junto a una pala, un azadón, un cuchillo y cinco bolsas de basura. A 600 metros de su casa mató a su hija y la semientierró en un descampado.

Sus celos al saber que su ex ha rehecho su vida con otra persona parecen ser el motivo por el que la madre ha acabado con la vida de la pequeña. "Elena [la niña] me dijo que cuando estaba con él, ella [la nueva pareja] también estaba".