Buckingham Palace echa el cierre a la investigación por 'bullying' de Meghan Markle

Meghan Markle planea dar a luz a su segunda hija en casa
La duquesa de Sussex, Meghan Markle.
Europa Press
Meghan Markle planea dar a luz a su segunda hija en casa

Hace algo más de un año, poco después de la entrevista que los duques de Sussex diesen su famosa entrevista en el programa de Oprah Winfrey, la familia real británica contraatacó y emitió un comunicado inesperado en el que aseguraba que se proponían investigar, a través de una firma independiente, las acusaciones de bullying que varios miembros del personal de servicio habían realizado contra Meghan Markle. Hoy por hoy, le han dado carpetazo a dicha investigación y, además, sin hacer públicos los resultados.

Las quejas, dio a conocer The Sunday Times, habían sido realizadas en 2018 por trabajadores del Palacio de Kensington y desde Buckingham se prometía llegar hasta el fondo de la cuestión. El mismo periódico ha informado ahora que el asunto ha quedado "enterrado", explicando que las pesquisas han "forzado cambios en las políticas y procedimientos" sin aclarar a qué variaciones se refiere.

Es decir, que los hallazgos que se hayan producido durante la investigación jamás saldrán a la luz para proteger la privacidad de quienes aparecen en ella y, de paso, para reducir tensiones con Meghan y con su marido, el príncipe Harry, cuyas relaciones con la familia Windsor ha mejorado considerablemente desde entonces, máxime desde su última visita por el Jubileo de Platino de Isabel II.

Por ello, el despacho de abogados externo que realizó las averiguaciones no sacará a la luz sus resultados, lo que ha sido vistos por los fans de Meghan Markle como un reconocimiento tardío de que todo aquello fue un montaje hecho para desestabilizar la imagen pública de la duquesa y que ella era la verdadera víctima de una casa real que había visto peligrar su integridad tras las acusaciones vertidas por el matrimonio en su entrevista.

Así, dicha campaña de contraprogramación de Meghan señalaba que, gracias a varios correos electrónicos que Jason Knauf, el entonces jefe de comunicación de los duques de Sussex, envió a sus superiores y al departamento de recursos humanos, se supo de las quejas de hasta tres empleados, puesto que dos habían sido invitados por la duquesa a marcharse de su puesto de trabajo más un tercero que habría sido "humillado".

Meghan y Harry siempre lo han negado todo, asegurando que era otro intento más de dañar su reputación.

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