En una época de incertidumbre como la actual debido a las consecuencias derivadas de la pandemia, al aumento de la inflación y al impacto económico del conflicto entre Ucrania y Rusia, entre otros factores, el mercado inmobiliario parece que continúa en buen momento.

Como destacan en el portal inmobiliario Idealista, "la compraventa de viviendas sube y los precios de estas, también". Por ello, han llevado a cabo un análisis del mercado con expertos del sector para saber qué resulta más conveniente actualmente, si adquirir una vivienda de obra nueva o una de segunda mano.

Por qué aumenta el precio de la vivienda nueva

¿Cuál es la oferta actual? Según el especialista inmobiliario consultado por Idealista, Eduardo Molet, actualmente hay poca oferta de viviendas de obra nueva en el país debido, principalmente, al encarecimiento de los precios. "Por ello es aconsejable comprar vivienda en el mercado de segunda mano", subraya.

En cuanto a los precios, el Colegio de Registradores ha registrado un incremento del 3,1% en este último trimestre de 2022, sobre todo por el aumento de la vivienda usada.

Una de las causas de este aumento en los precios de viviendas nuevas se debe al alza del precio en los materiales necesarios para la construcción. "Los proveedores no garantizan precios de los presupuestos ni tan siquiera a corto plazo y la consecuencia es la escasez actual de obras en curso y la escalada de precios, que se mantendrá mientras no se superen estas dificultades", detalla Molet. 

Por su parte, el experto y socio de HiHomie, Víctor López, destaca que el precio se mantendrá al alza o, por lo menos, no descenderá. "Esto se debe principalmente a la escasez de terreno urbanizable en las principales ciudades frente a la gran demanda de obra nueva que existe".

Qué aspectos hay que tener en cuenta

El primer paso para saber si es mejor adquirir una vivienda nueva o de segunda mano es pensar en las necesidades y prioridades. Una de las ventajas principales de las viviendas de obra nueva es que, además de estrenar el inmueble, tiene una mayor vida útil y la garantía del promotor. "Las distribuciones y diseños son más modernos, los materiales de mejor calidad, tienen un menor gasto energético, y gozan de mejores instalaciones", añaden en el portal.

Por su parte, las viviendas de segunda mano son bastante más económicas. Asimismo, suelen estar bien localizadas y "se tarda menos en entrar a vivir, se gastan menos impuestos para adquirirla y los gastos de comunidad son más bajos", asegura Víctor López.