Hoy deberíamos estar celebrando todos que la factura de la luz bajaba un 20%. Eso nos dijeron, y eso seguramente se creyó Pedro Sánchez cuando su vicepresidenta Teresa Ribera nos vendió su plan para bajar la luz. La realidad es que, en su primer día, la luz ha subido 10 euros. Es una broma de mal gusto para el ciudadano, una ofensa. Si Sánchez realmente impulsa una crisis de Gobierno tras las elecciones andaluzas y la cumbre de la OTAN, hoy Ribera le ha puesto más fácil por quién empezar.
OPINIÓN15.06.2022 - 07:58h
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