Argelia pone el foco en José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores. El Gobierno del país norteafricano le califica como "pseudoministro" y "pirómano" y le acusa de ser el culpable de la crisis que atraviesa la relación entre España y Argelia, que decidió romper el pasado miércoles el tratado de amistad firmado en 2020 tras la decisión del Ejecutivo de Pedro Sánchez de considerar como la propuesta "más creíble" la realizada por Marruecos para la autonomía del Sáhara Occidental.

En un artículo publicado por la agencia oficial de prensa APS y cuyo título es 'Argel-Madrid: la embestida precipitada del pirómano Albares', el Gobierno argelino recuerda que "desde hace tres meses" las relaciones entre ambos países atraviesan una "crisis sin precedentes" tras sellar Sánchez la paz diplomática con Mohamed VI en un viaje a Rabat en el que se confirmó el cambio de postura respecto al territorio sobre el que España sigue siendo administrador de iure. En esa "nueva hoja de ruta" también se incluyeron diferentes acuerdos en materia cultural o migratoria.

La respuesta argelina tardó en llegar, pero el pasado miércoles el país comunicó que suspendía su tratado de amistad con España. También que congelaba el comercio. Eso sí, el viernes Argelia desmintió, después de conocer el apoyo de la Unión Europea a España, que las relaciones comerciales estuvieran rotas, por lo que se iba a seguir suministrando gas. Y es que la relaciones comerciales no son a nivel bilateral, sino de Argelia con la Unión.

En este sentido, desde el Ejecutivo argelino señalan las "maniobras" por parte de Albares para implicar a la Unión Europea en la polémica diplomática y le ven como el culpable de "manipular" a Josep Borrell, Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. "Albares irrumpió en la diplomacia y, nunca falto de pifias, logró manipular a un compañero de partido hoy al frente de las relaciones exteriores de la Unión para empañar lamentablemente la credibilidad de esta importantísima institución comunitaria", añaden.

El Gobierno dice que "ve voluntad" de que la relación con Argelia se normalice y defiende que la "vía diplomática" sigue abierta

Argelia también muestra su enfado con el ministro de Exteriores por su "declaración guiñolesca dando a entender, a quien quiera escucharle, que no es ni más ni menos que Rusia, Putin mismo, quien estaría en el origen de esta crisis". Esa versión fue mantenida también por la vicepresidenta primera, Nadia Calviño. Este lunes, la número dos del Ejecutivo dijo que Argel es un socio preferente de Rusia, por lo que dejó caer que el movimiento del gobierno argelino se debía a las maniobras del presidente ruso Vladímir Putin para desestabilizar a Occidente. "Estaba cada vez más alineada con Rusia", argumentó. Desde Moncloa no han querido respaldar públicamente esta versión, pero sí han señalado que la vicepresidenta "tiene información".

Asimismo, el comunicado argelino critica la "incompetencia de un ministro aficionado" que logró -con el cambio de postura respecto al Sáhara Occidental- "ridiculizar y aislar a su Gobierno en el Congreso y ante la opinión pública" y le afea que "siga agudizando" una crisis que, según Argelia, se podía "haber evitado". Con todo, sí señala que "la historia no va a retener mucho de Albares porque nada grande sale de lo pequeño".

El Gobierno decía ver "voluntad" de arreglar la situación

Horas antes de que se publicase este comunicado y de que se conociera el cese del ministro de Comercio de Argelia, el Gobierno decía que veía "voluntad" de que la relación entre ambos países se normalizase. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes, la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, reiteró el “compromiso” del Gobierno con el diálogo y puso en valor que el “compromiso” de España es “avanzar en la relación de lealtad” con Argelia, que ahora se ha visto suspendida. 

Así, llegó a señalar que “las relaciones diplomáticas existen”, pues el embajador español sigue en Argelia, y avanzó que el Gobierno todavía estudia la situación actual de las relaciones comerciales de las empresas españolas allí presentes.