Investigadores del Instituto de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (Imidra), maestros cerveceros y agricultores van de la mano en la búsqueda de la cerveza 100% madrileña, esto es, que todos sus ingredientes se obtengan dentro de las fronteras de la Comunidad de Madrid. Es un proyecto en el que se lleva trabajando años y el objetivo es doble: por un lado, se busca contribuir al impulso del sector cervecero artesanal; por otro, impulsar el desarrollo rural de la región.

Hace algún tiempo que echó a andar la iniciativa Ecolúpulo, que investiga sobre la viabilidad de cultivar esta planta, un proyecto en el que colabora el Imidra, varios agricultores... Tras dos años de pruebas, por fin se prepararon diferentes cervezas con algunos de los lúpulos más productivos y mejor adaptados. Se optó por varias elaboraciones para ver cuál gustaba más a los consumidores por el sabor y, por tanto, cuál iba a ser la mejor aceptada por el mercado. 

En el proceso colaboraron también profesores y alumnos de la Escuela de la Vid, en cuyas instalaciones se llevó a cabo la elaboración, el embotellamiento y el etiquetado, en el que luce la bandera estrellada de la Comunidad de Madrid.

Recientemente, el Imidra ha elaborado junto a la empresa La Cibeles una cerveza con la primera levadura autóctona de la región. Esta se ha conseguido tras experimentar con más de 141 cepas diferentes de las 2.000 que forman parte de la colección que han caracterizado y conservado científicos madrileños a lo largo de veinte años. 

En el proceso quedaron finalistas once cepas aportadas por el Imidra y elegidas por su aroma y fermentación. Tras realizar varias pruebas, La Cibeles eligió la que aportaba más aromas y sabor, y encajaba mejor con su línea más innovadora. 

Comunidad de Madrid

"Obtener cervezas artesanas 100% madrileñas implica investigar en campo y en el laboratorio alternativamente para que todos los ingredientes sean locales", destacan desde la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Sostenibilidad, que lidera este proyecto.

Conseguir que se cultiven en Madrid la malta, la cebada, el trigo y el lúpulo que utilizan las cerveceras artesanas, además de contribuir a la rentabilidad las explotaciones madrileñas, tiene un componente estratégico. Esto se explica porque las fábricas recurren a otras comunidades autónomas, e incluso a otros países, para adquirir estos elementos, lo que encarece la factura de producción y conlleva un impacto medioambiental nada desdeñable. 

La consejera de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura, Paloma Martín, destaca que en los proyectos que está desarrollando el Ejecutivo regional para el campo priman "la transversalidad", "la sinergia de los proyectos I+D+i" y "la colaboración público-privada". ¿El fin que se persigue? "Poner en el mercado productos 100% locales", remarca la consejera. 

Una región cervecera

El de la cerveza es un sector consolidado en la región, de ahí que con proyectos innovadores se busquen nuevos horizontes. La Comunidad Madrid ostenta el tercer puesto del ránking nacional en gasto anual en consumo de cerveza por ciudadano y cuenta con 57 fábricas artesanas. Estas cerveceras son a veces grandes desconocidas para los ciudadanos, porque tienen una producción menor y menos alcance mediático que las industriales. Para contrarrestar estas circunstancias, muchos de los maestros a cargo han decidido abrir las puertas de sus sedes ofreciendo experiencias gastronómicas o musicales, por poner solo dos ejemplos.

También se ha impulsado la llamada la ruta madrileña de la cerveza artesana y local, una iniciativa que ha partido de los propios fabricantes cerveceros. Prácticamente se puede recorrer la comunidad visitando estos locales, ya que se localizan de Guadalix de la Sierra a Rivas Vaciamadrid pasando por Leganés, Alcobendas, Alcalá de Henares, Majadahonda, Bustarviejo, Getafe o Madrid capital.