Esta semana se ha conocido la detención en Barcelona del excónsul español de Finlandia, acusado de traficar con una droga alucinógena llamada khat. Sorprende ver implicado a un exconsul en una de éstas operaciones, pero más sorprende la droga. ¿Qué es el khat?

El khat o qat (Catha edulis) es una hierba que se consume masticando las hojas o en infusión. Así se ha hecho en África desde tiempos inmemoriales. Pero hoy, en Europa y Estados Unidos, hay variantes sintéticas mucho más potentes y peligrosas.

De hecho, con el khat sintético en EE UU se elabora metacatinona, una especie de metanfetamina barata y muy demandada ahora mismo, conocida como 'la droga caníbal'. Llamada también efedrona o MDPV es una droga sintética derivada de la catinona.

Sus principales áreas de cultivo están en África: Etiopía, Kenia y Yemen

Pero, ¿cómo es el qat original? Hace cuatro años, cuando la policía descubrió en Madrid unas maletas con khat, la persona que lo denunció lo describió como "espárragos trigueros en mal estado". Eso es el khat: un arbusto de 5-8 metros de alto, de hojas perennes y un fruto con semillas.

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Las principales áreas de cultivo y producción de está hierba están en África: Etiopía, Kenia y Yemen. De hecho, en Etiopía es el cultivo más lucrativo que existe. En esos países para disfrutar de su efecto estimulante la mastican (como se haría con la hoja de coca). Utilizan entre uno y dos manojos de la planta por sesión.

Consumo milenario en África

El khat es ilegal en casi toda Europa, en Estados Unidos y en Canadá. En España, se tiene noticia de ella desde 2014 y el Plan Nacional de Drogas ya dio cuenta de su consumo en 2018. El último país de nuestro entorno que prohibió esta droga fue Reino Unido, en 2014.

Hasta ese año, en aquel país lo consumían casi 100.000 personas, básicamente de las comunidades somalíes, yemenitas y etíopes. Contaba en 2014 la BBC que en el aeropuerto de Heathrow, en Londres, se podía ver habitualmente a hombres somalíes intercambiando cajas de cartón y dinero dentro de un almacén. Era el mercado legal del khat.

En Etiopía, el consumo de khat es medicinal o como una ayuda para la contemplación religiosa

Y es que su consumo no está perseguido en el Cuerno de África. Allí, masticar khat es desde hace siglos una costumbre ampliamente aceptada. En Etiopía, se toma por sus efectos medicinales y como una ayuda para la contemplación religiosa. Eso hacen los musulmanes sufíes, que mastican qat para alumbrar su meditación mística.

WIKIPEDIA/Ferdinand Reus

En todo caso, todo esto se aplica a los hombres, como publicaron varios medios en 2018. En estos países africanos las mujeres pueden ocuparse de la cosecha y hasta de la venta de khat, pero tienen prohibido tomarlo.

Qué efectos produce

El khat tiene un efecto algo más suave que las anfetaminas. Quienes lo han consumido cuentan que les hace sentir más felices, más despiertos y más conversadores. A nivel psíquico, produce sensación de estimulación y euforia.

Tiene dos principios activos: la catinona y la catina. La catinona, emparentada con las anfetaminas, tiene un efecto parecido al de la cocaína y es la que ha causado su prohibición en Occidente. Por eso, algunos llaman al khat la 'cocaína africana'.

Para las culturas del Cuerno de África, donde su consumo ya decimos que es tradicional, mascar unas hojas de khat les permite sentirse relajados.

Efectos sobre la salud

Pero esta hierba tiene efectos sobre la salud y no todos deseables. Puede causar insomnio, confusión y pérdida del sentido del tiempo. Sus propiedades adictivas son semejantes a las de la cafeína.

Se han visto casos donde el khat provocó sentimientos de ansiedad y agresividad, y empeoró problemas mentales preexistentes. Su consumo también puede inflamar la boca y dañar los dientes.

En un estudio en el Reino Unido en 2007, el khat resultó ser la droga menos peligrosa de entre las 20 estudiadas

En cualquier caso, según un estudio publicado en The Lancet en 2007 que evaluó las 20 drogas más consumidas en el Reino Unido (incluidas las legales), el khat resultó ser la sustancia menos peligrosa de todas las estudiadas.

Peores son los casos relacionados con las versiones sintéticas del khat, basadas en la catinona, que causan adicción psicológica y daños cerebrales. Según un análisis del Hospital Universitari Son Espases (Mallorca), el consumo de 5 miligramos de MDPV pueden durar de 6 a 8 horas y en algunos casos hasta una semana.

Ésta sí es una sustancia de alto poder adictivo. Los efectos que producen son la paranoia extrema, psicosis, reacciones violentas, tendencias suicidas y un impulso incontrolable de morder. Las manifestaciones clínicas van desde taquicardia, hipertensión, arritmias, hipertermia, sudoración, lesión muscular y convulsiones hasta hemorragia cerebral, edema cerebral, colapso respiratorio, infarto de miocardio y muerte.