Aunque sí es usual ver a las monarquías realizar actos institucionales con los ejércitos de cada uno de sus países, es más complicado verlos, exceptuando a "la princesa guerrera", Isabel de Bélgica, fuera de la época de su instrucción, realizando maniobras. Y menos, cuando ya se tienen 51 años. Y menos aún, si se trata de un salto en paracaídas. Pero eso precisamente lo que ha hecho Máxima de los Países Bajos.

La esposa del rey Guillermo Alejandro de Holanda ha dejado sin palabras a propios y a extraños al tirarse en paracaídas en uno de sus últimos actos oficiales. Y además lo ha hecho sin que nadie le insistiese, sino que motu proprio y con una gran sonrisa se ha subido al avión y se ha lanzado junto con el monitor.

Hay que recordar que para nada la argentina está acostumbrada a algo así, de ahí la sorpresa cuando en su visita a la Escuela de Defensa de Breda, la cual se dedica desde 2008 a entrenar en el paracaidismo a las Fuerzas Armadas de los Países Bajos, decidió probar la enseñanza que se imparte, así como que dichas fotografías hayan pasado a ser historia de su reinado como consorte.

Y eso que durante el comienzo del acto, que no se trataba más que de una reunión informativa, no se barruntaba que Máxima accedería a recibir una breve clase práctica haciendo un salto en tándem con un profesor tras hablar con varios militares al respecto. El vídeo que han subido a las redes sociales oficiales da una muestra del valor de la reina.

Además, varios medios locales aseguran que una sorpresa mayor fue la falta de miedo de la reina, que disfrutó completamente de la experiencia. Una vez aterrizó un par de militares le ayudaron a levantarse y, según continuaban con el shock, los periodistas de los Países Bajos aseguran que la reina seguía exactamente con el mismo novel de estilo y saber estar del que suele hacer gala.