Con la mirada puesta en la evacuación de los últimos civiles de la planta metalúrgica de Azovstal, en Mariúpol, nuevos bombardeos rusos en distintos puntos de Ucrania han puesto en alerta a las autoridades ucranianas. El Ejército ruso intensificó este jueves sus ataques en diferentes lugares del Donbás, en el este de Ucrania, que dejaron al menos dos muertos y veinticinco heridos, según fuentes ucranianas.

En la localidad de Kramatorsk, en la región separatista de Donetsk, varios misiles rusos afectaron a nueve edificios de viviendas, una escuela y otros objetivos civiles, dejando más de veinte heridos, informó el jefe regional de la administración de Donetsk, Pavlo Kyrylenko. En la misma región pero en Avdiivka, otra zona residencial sufrió el mismo destino, al recibir bombardeos contra la localidad.

Un poco más al sur, en Sumy, se reportaron ataques con proyectiles contra dos municipios. Además, fuentes del Ejército ucraniano aseguran haber recuperado el control de varias comunidades en los límites de Nikolaev y Jersón, en territorio ocupado por las tropas rusas. Precisamente en el frente de Nikolaev, que ha permanecido inamovible en los últimos días, se han reportado varias explosiones en la tarde de este jueves.

Las explosiones en zonas residenciales no son las únicas que han afectado a civiles. Un ataque contra una caravana de refugiados en la provincia de Járkov, en el noreste de Ucrania, ha dejado al menos 13 personas heridas, aunque todas ellas han sido trasladados a un hospital de la zona y no se han reportado fallecidos.

Continúa la batalla de Azovstal 

Mientras tanto, la situación en la acería de Azovstal sigue siendo crítica. Pese a el supuesto alto el fuego propuesto por Rusia hasta el siete de mayo para facilitar los corredores humanitarios, fuentes del Gobierno ucraniano informaron que los ataques persisten.

El jefe de la delegación negociadora ucraniana, David Arahamiya, informó de que las tropas rusas habían entrado en el territorio de Azovstal, aunque también aseguró que seguían en contacto con los tropas que resisten en su interior. También el jefe de la policía de patrulla de Mariúpol, Mijailo Vershinin, confirmó que el asalto continúa: "Están atacando el perímetro tanto como pueden y tratan de avanzar".

Por su parte, el asesor de la Presidencia ucraniana, Oleksiy Arestovych, afirmó este jueves que han logrado expulsar a los rusos del recinto: "Ayer las tropas rusas entraron, pero fueron expulsados por nuestros defensores. Ahora estamos recapitulando la información".

Según el Kremlin, las fuerzas rusas siguen cumpliendo la orden del presidente Vladímir Putin de no asaltar Azovstal. "La parte ucraniana, especialmente aquellos que se refugian en el territorio de la planta (de Azovstal), son bien conocidos por producir una gran cantidad de mentiras y falsificaciones de manera continua. Por lo tanto, la información que proviene de ellos debe filtrarse de la manera más exhaustiva", dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.

El representante del Kremlin insistió en que "estos días funcionarán corredores para la salida de los civiles". El pasado miércoles más de 300 civiles llegaron a la ciudad de Zaporiyia tras ser evacuados de Mariúpol y sus alrededores, en una operación coordinada por la ONU y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

Rusia acusa de bombardeos ucranianos en su territorio

Al otro lado de la frontera, en la localidad rusa de Bélgorod, las autoridades rusas han acusado a Ucrania de haber bombardeado dos aldeas en la región.

"Ucrania continúa bombardeando Zhuravlevka y Nekhoteevka. Según el informe del grupo de servicio de la Guardia Popular Voluntaria, una casa y un garaje fueron destruidos en Nekhoteyevka. No hubo víctimas civiles", informó el gobernador de la región, Viacheslav Gladkov.

Este aumento de los bombardeos se producen cuatro días antes de que Rusia celebre el Día de la Victoria, que marca la derrota de la Alemania nazi por parte de la Unión Soviética. La inteligencia británica cree que Putin puede aprovechar la ocasión para declarar una "guerra total" y dejar de utilizar el termino "operación militar especial". Mientras tanto, Moscú se engalana para conmemorar uno de los días más importantes del año y Ucrania continúa librando su guerra contra la invasión.