La procrastinación se define como la acción de aplazar una obligación o tarea pendiente, es decir, cuando optamos por dejar para mañana lo que podemos hacer hoy.

Ya sea por pereza o por falta de concentración, son muchos los empleados que pueden llegar a identificarse como procrastinadores porque no acaban el trabajo que se les asignó al comienzo del día durante su jornada laboral.

La solución para evitar que esto nos ocurra podría llegar de la mano de uno de los peores enemigos de la productividad, tomar café, pues en Japón existe una cafetería que busca precisamente que sus consumidores cumplan con sus obligaciones sin excusa, recoge Magnet.

El establecimiento cuenta con una serie de normas que los clientes tienen que cumplir a rajatabla si quieren salir del local, la primordial es que terminen la lista de tareas que tenían pendiente y que entregaron a los trabajadores de la cafetería al acceder al interior de las instalaciones.

Los usuarios también deberán indicar hasta que hora tienen para finalizar las labores y el encargado del lugar se preocupará de preguntarle a la persona cada 60 minutos por el trabajo que esté realizando con distintos grados de insistencia y presión que van en aumento según se va acercando el tiempo límite.

Además, la cafetería está completamente ambientada y caracterizada para cumplir la labor de lugar de trabajo para sus clientes, pues su aforo máximo es de 10 personas que pueden sentarse en taburetes con respaldo y apoyar sus ordenadores sobre una fina barra que hace de escritorio.

De momento, este local japonés es solo para escritores que deban entregar una copia de sus proyectos en una fecha límite, aunque sería también una gran idea para quienes tengan que teletrabajar.