Ana Obregón ha conseguido cambiar el chip y disfrutar de unas vacaciones de Semana Santa con una de sus mejores amigas y su representante, Susana Uribarri, en Roma.

La actriz se mostraba muy apenada en los últimos días al cumplirse 23 meses de la mujer de su hijo Aless a causa de un cáncer cuando tan solo tenía 27 años.

Desde su pérdida a la que se sumó también el fallecimiento de su madre un año después, está atravesando la peor etapa de su vida, pero sus amigos más cercanos no han querido dejarla sola en ningún momento.

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"En la vida es importante tener una amiga que sea espejo y sombra. El espejo nunca miente, y la sombra nunca se aleja... Gracias por volver a cogerme de la mano , sacarme (literal) de casa y meterme en un avión para aterrizar en la ciudad Eterna", le agradeció a Susana Uribarri.

Así comenzaron ambas unos días de descanso en la capital italiana lleno de instantes "respirando historia", atardeceres, grandes desayunos y paseos.

Susana ha sido y es uno de los mayores apoyos de Ana Obregón en esta etapa tan complicada para ella, con quien ahora ha compartido grandes momentos en Roma. "Lo que ocurrió aquí se queda aquí", confesó en su Instagram.