Era 22 de junio de 2018. El socialista Pedro Sánchez llevaba menos de cuatro semanas como presidente del Gobierno tras triunfar su moción de censura contra Mariano Rajoy. Entonces, decidió viajar hasta París para reunirse, en el palacio de El Elíseo, con su homólogo francés, Emmanuel Macron. Fue su primera visita internacional como jefe del Ejecutivo. La imagen se repitió -con más abrazos, eso sí- el pasado 21 de marzo, en el que ha sido uno de los últimos viajes de Sánchez, ya con cierto bagaje en La Moncloa a sus espaldas.
Entre ambas imágenes se han sucedido poco menos de cuatro años en los que casi todo ha cambiado en Europa, pandemia de coronavirus y guerra en Ucrania mediante. Durante este tiempo, Sánchez y Macron han ido tejiendo unos caminos paralelos que se han entrelazado entre sí con muchas similitudes que ahora se resumen en una: el mandatario francés se enfrenta a la primera vuelta de la reelección el próximo 10 de abril, una cita a la que llega ostentando la presidencia de turno de la Unión Europea, un cargo que le ha valido para, en cierta medida, potenciar su perfil electoral.
Sánchez correrá la misma suerte. Si la coalición aguanta, el presidente cerrará la legislatura ostentando la presidencia de la UE. Será la quinta vez que España esté al frente de la Unión, con un mandato que será transitorio y durará seis meses: de junio a diciembre de 2023.
Así las cosas, Sánchez podrá mirarse en el espejo de Macron. "Para Macron, encarar la reelección con la coincidencia de la presidencia rotatoria de la Unión Europea es el escenario perfecto, ya incluso antes de la pandemia o de la guerra", explica Carme Colomina, investigadora especializada en la Unión Europea del Barelona Centre For International Affairs (CIDOB).
En conversación con 20Minutos, esta periodista que también fue corresponsal en Bruselas cuenta que el presidente francés ya planteó sus primeros comicios en 2017 con Europa como punto principal, algo que ha hecho suyo el presidente español, que ha intentado trazar un incontestable liderazgo europeo durante su mandato. Tanto, que incluso ha logrado, junto a su homólogo portugués, Antonio Costa, que Bruselas permita a la península ibérica topar los precios del gas para poder bajar la factura de la luz.
En este sentido, Colomina explica que tanto Macron como Sánchez han visto cómo la retirada de Angela Merkel tras 16 años al frente de Alemania dejó un "vacío de poder" que ambos han tratado de llenar. Al francés, además, su liderazgo le ha coincidido con la guerra lanzada en Ucrania por Vladimir Putin, lo que le ha permitido potenciarse aún más. Así, ha mantenido diferentes conversaciones con el presidente ruso para pedirle el fin del conflicto. Además, a los dos líderes les caracteriza la búsqueda de "alianzas flexibles", que son "claves" en el día a día de la Unión. "Para sacar adelante políticas que te interesan, necesitas aliados", resume Colomina.
Una Europa soberana, objetivo común
No solo en el estilo político -y comunicativo- de ambos están sus similitudes, sino que estas también existen respecto a los objetivos actuales de cada uno. Y es que Macron tomó posesión apostando por "una Europa capaz de controlar sus fronteras", un frente en el que Sánchez está haciendo presión con su idea de avanzar en el Pacto Migratorio de la UE, para el que sigue sin haber consenso entre los Veintisiete.
Además, el presidente francés también hizo mención a su querencia por una Europa "plenamente soberana", una soberanía que también obsesiona al mandatario español, centrado ahora en que Europa llegue a conseguir una soberanía energética que le haga ser más fuerte ante conflictos como el ucraniano, ya que en la actualidad sigue dependiendo del gas ruso.
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