Vadym Boychenko, alcalde de Mariúpol, ha denunciado este miércoles que las tropas rusas están utilizando "crematorios móviles" para hacer desaparecer las "huellas de sus crímenes". El edil de la asediada ciudad portuaria ha escrito en un comunicado en Telegram que "después del genocidio generalizado cometido en Bucha, los principales líderes de Rusia han ordenado la destrucción de cualquier prueba de los crímenes cometidos por su ejército en Mariúpol".

Boychenko afirmó también que Putin no tiene "ninguna prisa" por autorizar operaciones humanitarias en la zona ni por evacuar la ciudad por completo. Además, acusó a Moscú de reclutar "terroristas locales" para apoyar sus objetivos.

La urbe a las orillas del Mar de Azov ha sido, desde el comienzo de la guerra hace más de cuarenta días, un enclave estratégico. Rusia lleva semanas asediando sus edificios, y el cerco se ha ido estrechando hasta el punto de que, del medio millón de personas que, aproximadamente, habitaban Mariúpol, quedan ya menos de 160.000.

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La cifra de supervivientes, igual que la de fallecidos, es cada vez más difícil de confirmar en un asentamiento completamente devastado. El 90% de los edificios, como destacó Zelenski en su comparecencia ante el Congreso de los Diputados, ha sido destrozado.

Evitar que trasciendan matanzas como la de Bucha

Después de la conmoción causada por los 300 cadáveres (podrían ser más, dijo Zelenski este martes) encontrados en Bucha tras la retirada rusa al norte del país, a Rusia podría interesarle borrar las pruebas de las atrocidades cometidas en Mariúpol. 

La ciudad, de todas maneras, se ha erguido ya como un símbolo internacional de la crueldad de esta guerra. La estrategia utilizada para su conquista ha sido especialmente dura, aunque muy efectiva para el Ejército ruso, avanza lentamente a través de la ciudad mientras se asegura de destrozar la infraestructura imprescindible para que sea habitable. 

A pesar de todo, las declaraciones gubernamentales a ambos lados de la guerra son confusas y delicadas. No hay información disponible que confirme el uso de "crematorios móviles" en Mariúpol al margen de las declaraciones del alcalde.