La L10 del tranvía tendrá prioridad de paso sobre los coches en los cruces

  • Ferrocarrils de la Generalitat y el Ayuntamiento coordinan un sistema que cierra los semáforos cuando detecta un convoy.
  • La medida pretende dar mayor regularidad y puntualidad a la nueva línea, que entrará en servicio dentro de un mes.
  • ​Los operarios dan los últimos retoques al trazado con la colocación de dispositivos de seguridad e información y jardinería.
Un convoy en pruebas, junto a la Ciudad de las Ciencias.
Un convoy en pruebas, junto a la Ciudad de las Ciencias.
GVA
Un convoy en pruebas, junto a la Ciudad de las Ciencias.

Los tranvías de la nueva línea 10 de Metrovalencia tendrán prioridad semafórica cuando circulen por el tramo en superficie. Esto significa que, cuando un convoy se aproxime a cualquier cruce, se enviará una señal al semáforo que activará este dispositivo para detener el paso de vehículos o peatones y facilitar la fluidez del tranvía.

Esta mecánica, fruto de las labores de coordinación entre Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) y el servicio de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de València previas a la puesta en marcha de la línea entre la calle Alicante y el barrio de Nazaret, pretende potenciar la regularidad y la puntualidad de la L10, que empezará a prestar servicio previsiblemente a comienzos de mayo. Tras las primeras pruebas de circulación, los tiempos estimados del trayecto son de 11 minutos entre las estaciones de Alacant y Ciutat Arts i Ciències-Justícia, y de 16 minutos entre Alacant y Natzaret.

Tranvía en pruebas detenido en la parada de Quatre Carreres.
Tranvía en pruebas detenido en la parada de Quatre Carreres.
20MINUTOS

Según explican fuentes de FGV a 20minutos, todos estos cruces en superficie de la línea 10 están regulados con espiras, sensores ópticos o con señales que les envía el enclavamiento si lo requiere el regulador. En el resto de tramos, tanto en el túnel subterráneo como en plataforma reservada, el tranvía circula sin obstáculos.

De este modo, la prioridad se establece según los cruces. En el caso de la L10, todos darán paso siempre al tranvía, algo que no sucede en el resto de líneas tranviarias, ya que todavía se facilita en paso de los vehículos en aquellos cruces con elevado tráfico. En la nueva línea sí se ha conseguido que la prioridad sea en todos los cruces, tanto en los peatonales como de vehículos.

Desde el servicio municipal de Movilidad Sostenible ya se mostraron hace meses abiertos a atender todas las peticiones que hiciera Ferrocarrils en este sentido. Ahora, a un mes de la puesta en marcha de la L10, las labores de coordinación se han materializado en esta fórmula de prioridad para el tranvía tras las indicaciones y especificaciones técnicas hechas por el Ayuntamiento para acelerar esta posibilidad, apuntan desde la empresa pública autonómica.

Trabajos de jardinería.
Trabajos de jardinería.

Las obras de la L10, tanto en el túnel como en superficie, están prácticamente acabadas, a la espera de los últimos remates. De hecho, tras la colocación de 13.000 metros cuadrados de césped artificial en 2,7 kilómetros de tramo en superficie, actualmente se están realizando labores de jardinería en los márgenes, principalmente en la plataforma reservada a la altura de la avenida Antonio Ferrandis.

Se han colocado 8.000 metros de carril en los tramos subterráneos, dado que en superficie ya estaban instalados, y 10.000 metros de catenaria, sujetas en 196 postes en superficie y 220 en soterrado. Además, también se están acabando de instalar los sistemas de videovigilancia, acceso e información a los usuarios. En concreto, se trata de 168 cámaras, 22 teleindicadores, 53 interfonos de última generación y 54 validadoras.

Al mismo tiempo, se están realizando pruebas de seguridad en la circulación, que deben ser validadas por la Agencia Valenciana de Seguridad Ferroviaria, y de formación de los maquinistas que operarán en el trazado de cinco kilómetros entre el centro de València y Nazaret. Este recorrido contará con ocho estaciones y paradas (tres subterráneas y cinco en superficie) y dará servicios a zonas hasta ahora desconectadas de la red de Metrovalencia como el barrio de Ruzafa o la zona de la Ciudad de las Artes y las Ciencias y de la Justicia.

Prueba de circulación en el tramo subterráneo.
Prueba de circulación en el tramo subterráneo.
GVA

El material móvil que dará servicio a la nueva línea estará compuesto por siete unidades de tranvía Bombardier, de la serie 4.200, con una capacidad de 275 personas por convoy. Son de piso bajo y disponen de rampas en las puertas dobles para personas con movilidad reducida.

Las obras paradas, símbolo de la crisis

La L10 es todo un símbolo de cómo la crisis económica que estalló en 2008 afectó al desarrollo de las infraestructuras y de la movilidad. En concreto, en la ciudad de València, el anterior Consell de la Generalitat del PP tuvo que detener las obras de la entonces llamada T-2, en la que había invertido 200 millones de euros. En 2018, el presidente Ximo Puig anunció la reactivación de unas obras que, hasta entonces, solo habían servido para que algunos jóvenes navegaran por sus túneles inundados tras episodios de lluvias o realizaran fiestas de Nochevieja en estaciones ‘fantasma’.

Operarios revisan el carril instalado en el tramo en superficie.
Operarios revisan el carril instalado en el tramo en superficie.

En cuanto a su coste, a los 200 millones de euros invertidos hace una década hay que sumar los 50 millones que ha costado su finalización y que han sido cofinanciados al 50% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) de la Comunitat Valenciana 2014-2020. A ello hay que añadir los 20 millones de euros del cañón peatonal que conectará la estación de Alacant (L10) con Xàtiva (L3, L5 y L9). El otro túnel peatonal, con Bailén (L7) está incluido en el presupuesto inicial.

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