La todavía portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, acepta el reto propuesto por el que será el presidente del partido a partir de este fin de semana, Alberto Núñez Feijóo, que la ha señalado como la futura secretaria general del partido, esto es, su número dos. Lo hace, dice, "muy ilusionada", pero "consciente de la altura" del desafío. Así ha lo ha trasladado en unas declaraciones que ha dado en el Congreso de los Diputados este martes.

"Acepto ese encargo", ha asegurado antes de declarar que ella es "una mujer de partido" y que "siempre" está disponible "para las labores en las que pueda ser útil". “Lo que necesite mi partido”, ha remarcado. En este sentido, ha explicado que lo que toca ahora es plantear a España “una alternativa seria y eficaz” al Gobierno de Pedro Sánchez, una opción que “representa” Feijóo. 

“Ahí tenemos que estar todos unidos”, ha añadido, consciente de la ruptura que supuso el último congreso de los populares, en el que Pablo Casado se impuso a Soraya Sáenz de Santamaría, que vivió un duelo casi fratricida con María Dolores de Cospedal.

Feijóo elige a Cuca Gamarra como nueva secretaria general del PP

Gamarra, que no ha aceptado preguntas, también ha pedido “prudencia”. Y es que, su nombramiento no será oficial hasta pasado el fin de semana, en el que los ‘populares’ celebran en Sevilla el congreso que proclamará presidente del PP a Feijóo. El todavía presidente de la Xunta de Galicia ha hecho pública su decisión este mismo jueves: "Ha servido a sus vecinos desde la Alcaldía de Logroño. Ha servido a su país desde diferentes responsabilidades en el Congreso. Le pido que asuma una nueva responsabilidad sirviendo también a su partido", ha publicado a través de Twitter.

Así, Gamarra confirma su ascenso dentro del partido, bajo cuyas siglas fue alcaldesa de Logroño. Su último trabajo fue el de pilotar la transición del partido desde la caída de Casado como coordinadora general. Además, también es la encargada de la Portavocía del partido en el Congreso, un cargo para el que fue elegida en agosto de 2020 tras ganarse el favor de una bancada dividida entre Cayetana Álvarez de Toledo, el verso más suelto del partido, y el resto de los diputados 'populares'. Con su nombramiento, dicha Portavocía queda vacante, siendo el cargo más relevante del partido que queda por llenar, una elección que también le corresponderá a Feijóo, que se ha sumido en un hermetismo total.