Qué hacer cuando nuestro perro se atraganta: los cuatro pasos a seguir que podrían salvar su vida

Un perro come un hueso.
Un perro comiendo un hueso.
PIXABAY
Un perro come un hueso.

De entre todos los animales de compañía que podemos tener, los perros posiblemente sean los más curiosos y parecidos a los niños pequeños. Hay que estar pendientes de ellos ya que, por su naturaleza, podrían llegar a hacer cosas que ponen en peligro su vida. La más común es la relacionada con ingerir objetos que no deben, lo que puede provocar atragantamientos.

"Normalmente, si un perro se atraganta suele ser porque o bien ha mordisqueado algún objeto que no debería o bien no ha sido capaz de gestionar adecuadamente un alimento", explica Ixone Capataz, veterinaria en AniCura San Fermín Hospital. "Generalmente, hablamos de atragantamiento cuando un alimento u objeto se desvía hacia la tráquea impidiendo total o parcialmente la llegada de aire hasta los pulmones, con el posible riesgo de asfixia; aunque también podemos referirnos a un atasco de ese alimento u objeto en la zona del esófago, sin ser capaz de llegar hasta el estómago", detalla.

Los cuatro pasos a seguir para actuar a tiempo

Identificar cuando nuestro perro puede estar sufriendo un atragantamiento es el primer paso para poder salvarle la vida. "El babeo, los intentos de vomitar, la tos o el nerviosismo" son algunas de los síntomas que nuestro perro va a presentar cuando se trata de un atragantamiento en el esófago, según la veterinaria.

"Si el problema se localiza en la zona traqueal, generalmente suele ser más grave y requiere de una atención mucho más inmediata. En ese caso el aire no puede llegar a los pulmones con normalidad, por lo que se puede observar tos, dificultad respiratoria, ruidos respiratorios anómalos, coloración azulada de la lengua y las mucosas, y, en el peor de los casos, pérdida de consciencia e incluso la muerte", detalla la experta.

Si sospechamos o sabemos que nuestro perro está sufriendo un atragantamiento, el siguiente paso que dar será comprobar la boca y la garganta del animal para ver si el objeto que está produciendo el problema es alcanzable por nuestras manos, aunque hay que tener mucho cuidado de no empujarlo, ya que se podría atascar mucho más, según explica la veterinaria.

"Si no conseguimos extraer el objeto o no lo vemos, debemos proceder a realizar la maniobra de Heimlich (tercer paso), que se realiza igual que en los humanos, pero teniendo en cuenta la posición de cuadrupedia de los perros", detalla Capataz. "Debemos colocarnos detrás del perro, rodeando su cintura con los brazos y colocando el puño de una de las manos en la parte blanda del abdomen, bajo la última costilla, y envolviéndolo con otra mano. Debemos presionar de forma rápida y firme el abdomen del animal unas 4-5 veces.

Por último, "debemos volver a comprobar la boca, para retirar el objeto o para verificar que el animal ya respira, pudiendo repetir la maniobra en caso de ser necesario", cuenta la experta de AniCura San Fermín Hospital Veterinario.

Aunque es bueno saber los pasos para salvarle la vida a nuestro peludo en caso de atragantamiento, los dueños deben también conocer qué tipo de alimentos o juguetes pueden causar estos problemas para poder evitarlos. "Un atragantamiento puede suceder con cualquier tipo de objeto, pero es recomendable evitar los juguetes que puedan romperse en trozos grandes y los huesos", recomienda Capataz. "Las pelotas requieren especial atención, ya que debemos elegir siempre aquellas de un tamaño adecuado para nuestro animal, no más pequeñas", concluye.

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