Haya de Jordania rompe su silencio tras conseguir la custodia de sus hijos contra el emir de Dubái

Haya de Jordania, en 2017.
Haya de Jordania, en 2017.
John Walton / GTRES
Haya de Jordania, en 2017.

Después de la sentencia siempre llega la calma. Y después de la calma, las palabras. Aquellas, sobre todo, que no se han podido decir antes en voz alta. Por miedo, la mayor parte de las ocasiones. La princesa Haya de Jordania lo sabe bien, pero una vez que un tribunal británico le ha dado la razón contra el emir de Dubái, Mohammed bin Rashid Al Maktoum, ha considerado que era el momento adecuado para contar la verdad sobre el primer ministro de Emiratos Árabes Unidos, quien no está acostumbrado a que la justicia no le dé la razón.

Pero sus prácticas y metodología han llegado demasiado lejos. Ya explicamos por aquí la historia de Haya y Mohammed de la única manera que se podía hacer: como una película de espías a lo James Bond. Porque básicamente eso es lo que ha hecho el emir: desde que su sexta esposa tuvo que huir del país, no ha cesado de provocarle a Haya un enorme terror psicológico mediante el espionaje indiscriminado contra ella y contra su abogada, la baronesa Fiona Shackleton, miembro de la Cámara de los Lores, utilizando el sistema Pegasus, de la empresa israelí NSO Group y con el que se ha obtenido multitud de información confidencial.

Pero la justicia le ha dado la razón a la hija del rey Hussein y ha conseguido la custodia de sus hijos Jalila y Zayed, de 14 años y 9 años, respectivamente, así como una gran suma de dinero (645 millones de euros) en concepto de divorcio y manutención, la cifra más alta fijada por un tribunal británico en materia de separaciones.

"Estos últimos años han sido aterradores", ha comenzado diciendo la princesa en sus primeras declaraciones, quien ha tenido palabras de bondad para el país que la acogió a ella y a su familia: "Y aún así, este templo de auxilio y compasión desmedida que nos hemos encontrado en Inglaterra han reforzado nuestra fe en el poder de la justicia y de la humanidad en general".

Muy emocionada, Haya de Jordania ha querido recordar a su madre, fallecida en 1977, cuando ella tenía 3 años. "Estoy convencida de que si mi madre estuviese viva se sentiría tan agradecida como yo, y diría que ninguna mujer ha luchado más por otra mujer como Fiona Shakleton lo ha hecho por mí", ha continuado, dando las gracias a su vez a su abogada.

Aunque no se ha olvidado de su tierra ("Uno de los más grandes honores de mi vida ha sido formar parte de los primeros años de la historia de los Emiratos Árabes Unidos y poder llamar hogar y tierra para mis hijos a Dubái durante tantos años", ha dicho) ahora mira hacia otro futuro con sus hijos: "No tengo palabras para describir el amor, el respeto, la admiración y el orgullo que siento por las dos almas más valientes de todas: Jalila y Zayed".

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