Desde que se anunciase su separación de Anabel Pantoja, Omar Sánchez está en todo el centro del huracán mediático, justo como él no quería, ya que durante el tiempo que estuvieron juntos siempre quedó claro que él prefería más el hermetismo que la sobrina de Isabel Pantoja. De ahí que la cantidad de polémicas que le han rodeado estas últimas semanas hayan tenido un desenlace no por sorprendente menos evitable: Omar desaparecía el viernes de las redes sociales.

El mensaje de ánimo de Omar Sánchez a Anabel Pantoja por la hospitalización de su padre

El problema es que al propio hecho de su divorcio, que ya de por sí es de portada y de primerísimo orden del día en el mundo del corazón, se le sumaron varias polémicas alrededor. Sobre todo las que han tenido que ver con infidelidades: que si un entrenador personal de Anabel, que si en su propia despedida de soltero intentó ligar Omar con Rocío Amar, extronista de Mujeres y Hombres y Viceversa...

Y entre todas estas polémicas sobresale, sin lugar a dudas, la de Alexia Rivas, quien, a pesar de desmentirlo, no ha parado de cruzar directas e indirectas con Anabel Pantoja o incluso con Rocío Flores, quien le acusó de querer estar siempre en primera línea, con Alexia respondiendo también con algo de mala baba.

Como el nexo de todo ello era el surfista canario, toda esta vorágine le estaba repercutiendo en su día a día en redes, donde solo recibía más y más menciones y preguntas y comentarios y críticas, por lo que sus casi 230.000 seguidores, que ya también admiran su valor como modelo e influencer, se sorprendieron al comprobar que había dejado de subir contenido durante el fin de semana.

El Negro, como le conocía Anabel, ha explicado ahora qué había ocurrido aprovechando una story en la que aparece zambulléndose en el mar. "He estado desconectado de las redes unos días porque lo necesitaba. Estoy bien. Simplemente necesitaba alejarme y hacer lo que más me gusta. Muchas gracias por preguntar y preocuparse ", escribía Sánchez, que simplemente precisaba de un poco de tiempo para estar cerca y en contacto con el mar y dejar que el vaivén de las olas le despejasen la mente.