La 'criptonita' de las vacunas de la covid: una mutación capaz de impedir que el cuerpo destruya las células infectadas

Así es la nueva variante de ómicron que crece en el mundo
Imagen que ilustra un coronavirus.
Wochit
Así es la nueva variante de ómicron que crece en el mundo

La variante ómicron es más leve que su antecesora delta, pero también que todas las mutaciones que la precedieron. Esta parecía una máxima incontestable para el mundo de la ciencia pandémica: las vacunas y la inmunidad de rebaño contenían la virulencia de los linajes, y en consecuencia, los patógenos mejoraban su transmisión para lograr sobrevivir en el medio. Pero nadie reparó en un fallo del relato. ¿Y si surge una variante capaz de aunar ambos poderes? Mayor carga viral y más velocidad de contagio. Un grupo de epidemiólogos daneses ha dado con la posible criptonita de las vacunas del coronavirus: la subvariante de ómicron BA.2 H78Y.  

De acuerdo con el estudio publicado en la revista científica Journal of Medical Virology, la BA.2 H78Y combina las propiedades originales de la subvariante BA.2 y una mutación en la proteína del pico del coronavirus. Su particularidad radica en la proteína ORF3A, que, según los expertos que rubrican esta investigación, es "la proteína necesaria para crear canales iónicos virales (viroporinas) y facilitar la liberación del virus”.

Una subvariante con mayor escape inmunológico y ante la que las vacunas actuales pueden ser ineficaces.

Al alterar la ORF3A, la nueva subvariante sería capaz de interrumpir el proceso de apoptosis en las células humanas. Es decir, podría impedir los procesos moleculares que favorecen la destrucción de las células innecesarias o anormales en el cuerpo. 

Sin este método de defensa del organismo, salta a la vista que el virus se multiplicará más rápido en el cuerpo humano. Y esto sumado a su gran escape inmunológico, puede hacer que las vacunas contra el coronavirus resulten ineficaces.

24% de los casos de Covid en Dinamarca... y subiendo

El primer país en detectar su gran poder de prevalencia ha sido Dinamarca, donde el nuevo linaje de ómicron ha ganado terreno hasta representar el 24% de los casos de covid. Cabe recordar que los daneses cuentan con uno de los sistemas más desarrollados del mundo en el estudio del genoma de agentes infecciosos y como Reino Unido -cuna de muchas mutaciones- tienen más capacidad de secuenciación que el resto. Solo en el último mes la subvariante BA.2 H78Y ha crecido un 10% en el país escandinavo, lo que indicia a pensar que podría convertirse en la nueva cepa dominante.

Según los datos oficiales, el 80% de los daneses ha recibido la pauta completa de la vacuna

La clave, señalan los científicos, es rastrear la mutación a tiempo. Aunque la tarea presume ser compleja, su alma mater -la BA.2 a secas- se ganó el apodo de "ómicron silenciosa" por su probada capacidad para evadir las pruebas PCR y otros medios de detección tradicionales. En cualquier caso, la voz de los científicos aclara que la inmunización y las precauciones sanitarias siguen siendo los aliados más fieles para luchar contra cualquier variante.

¿"Variante de preocupación"?

Al margen del estudio, otro de los impulsores de esta campaña de advertencias contra la familia de la subvariante BA. 2 es el epidemiólogo estadounidense Eric Feigl-Ding, de la Federación de Científicos Estadounidenses, que recientemente alertó en su perfil de Twitter de la irrupción de una mutación “más agresiva”.

A través de sendas explicaciones en la red social, el experto instó a la Organización Mundial de la Salud para que considere la BA.2 como una “variante de preocupación”, con independencia de la versión original de ómicron. “Si ignoramos a BA.2, podríamos enfrentar otra ola de muertes en exceso o continuar. Aprendamos de la historia en lugar de repetirla”, sentenció el epidemiólogo.

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