Verdeliss sorprendió hace un par de semanas anunciando que había dado a luz a su octava hija, Deva, en casa. Un parto alejado del hospital que llevaba meses preparando, pero que había querido ocultar para evitar ser objeto de críticas. 

Sin embargo, más allá del debate sobre las decisiones de las madres, hubo algo muy especial en el alumbramiento: fue un parto velado. Este término se refiere a nacimientos donde el bebé no rompe la bolsa una vez sale del útero materno.

A los niños que nacen así se les llama 'enmatillados', pues parece que estar arropados por una manta. Eso sí, este momento debe ser breve y para el que el recién nacido pueda respirar, la bolsa debe romperse rápidamente. 

Este tipo de nacimientos solo ocurre una vez cada 80.000, independientemente de si se tiene al hijo en casa o en el hospital. Según Verdeliss, es un acontecimiento mágico que significa suerte en la vida. 

"Fue un momento mágico, como observarla a través de una vitrina de paz y calma. Como si el tiempo se hubiese detenido. Y entonces la alcé, nos clavamos la mirada y todo ocupó su lugar", ha declarado, confesando que este inusual momento la ayudó a "sanar" los miedos que tenía desde que dio a luz de manera prematura a su séptima hija, Miren. 

"Un fenómeno realmente extraordinario que me deconstruyó para volverme a construir. Para aceptar y para poder continuar. Gracias Deva", ha confesado en su cuenta de Instagram con casi un millón y medio de seguidores.