Laura Trillo, terapeuta felina: "Los gatos son abandonados porque arañan antes de intentar entender por qué lo hacen"

Laura Trillo, terapeuta felina, junto a su gato Saranghae.
Laura Trillo, terapeuta felina, junto a su gato Saranghae.
LAURA TRILLO / TERAPIA FELINA
Laura Trillo, terapeuta felina, junto a su gato Saranghae.

Si hemos tenido un gato o hemos conocido a alguien con uno, es muy posible que hayamos escuchado en algún momento las frases "Es un arisco", "El mío muerde muy fuerte cuando juega" o "Mi gato se mea fuera del arenero". Pero, ¿cuántos nos hemos preocupado por saber el por qué de estas situaciones? 

Laura Trillo, terapeuta felina con más de veinte años de experiencia en el comportamiento de estos animales nos cuenta cómo es su trabajo y nos da algunos consejos para conocer mejor a nuestros gatos.

 ¿Cuál es su visión de los gatos, qué son estos animales para ti?

Tal y como los vivo y los trabajo, al igual que otros seres vivos, los gatos son familia, compañeros de vida, aunque también hay que respetar a aquellos que quieren vivir en libertad y no quieren convivir con nosotros.

¿Cómo empezó en el mundo de la terapia felina?

 Llevo 22 años aquí y llevo ya la mitad de mi vida trabajando en protección animal. Empecé siendo voluntaria porque quería echar una mano en un refugio y terminé siendo la responsable de todos los gatos del mismo. Me hacía cargo de las adopciones, estaba con ellos en las gateras, los llevaba al veterinario... Mi escuela ha sido la calle, todo lo que he aprendido ha sido en protectoras. En aquel entonces, no paraba de ver gente que quería abandonar gatos que mordían o arañaban en la protectora donde estaba y yo pensaba "¿No hay nadie que os pueda ayudar a ver qué es lo que está intentando decir el gato con esos comportamientos?". Y la verdad es que no, sí que existía una figura de educador canino, pero no había nada similar en el ámbito felino. Por eso decidí dejar mi trabajo para hacer un servicio a estos animales. Así creé Terapia Felina, donde he aprendido sobre todos los problemas de los gatos y ahora soy yo quién da formaciones profesionales de dos años, partiendo de mi filosofía que se basa en cero castigos y cero corrección de conducta.

Entonces, ¿en qué consiste la terapia felina que ofrece?

En resumen, es entender al gato y respetarlo tal y como es. Consiste en enseñar a las personas cómo son los gatos y cómo se expresan, mostrarles que los problemas de comportamiento son síntomas de estrés o de que no se encuentran emocionalmente o físicamente bien, por ejemplo. Nosotros desde Terapia Felina ayudamos a todo tipo de gatos con cualquier clase de problema, les ayudamos a recuperar el equilibrio y a que se sientan libres, completos y felices en una familia o en una colonia. 

¿Qué tienen en común los gatos que conviven con nosotros y los que viven en colonias? ¿Y qué diferencias?

En terapia felina, en ambos casos hay que respetar sus emociones y lo que están contando, en vez de intentar modificarlo. Por otra parte, a los que viven con una familia, también es ofrecerle acompañamiento, pero siempre respetando su espacio, pero el incumplimiento de esto lleva a muchas relaciones tóxicas, que es lo que tratamos prácticamente a diario. En cuanto a los gatos que viven en colonia, hay que tener en cuenta si quieren ser ayudados o no, no podemos simplemente invadir su espacio porque nos de pena que estén en la calle. Si ellos quieren ser libres hay que dejar que lo sean.

Nos encontramos de todo. Gatos que muerden, que arañan, que se mean y cagan fuera del arenero... 

¿Qué es exactamente lo que hace en tu trabajo y qué tipo de situaciones se puede encontrar? ¿Podría poner algunos ejemplos?

Nos encontramos de todo. Gatos que muerden, que arañan, que se mean y cagan fuera del arenero... Y cada situación hay que abordarla de una forma diferente. Por ejemplo, en el caso del animal que se mea en la cama su dueño, normalmente se tiende a buscar pautas para que deje de hacerlo. Nosotros le damos la vuelta a ese proceso y nos preguntamos el por qué lo hace. ¿Sabes cuál es la causa más común de que un gato haga eso? Que tenga una infección de orina o cristales. Así que lo primero que hacemos cuando alguien nos viene con ese problema, les preguntamos si han hecho una analítica al gato. De esa forma, esos dueños pasan de regañar al gato porque se mea en su cama a decir "pobrecito mi gato que está malito".

Lo mismo ocurre si un gato es arisco con nosotros, eso es porque le hemos hecho o le estamos haciendo algo que a él le incomoda o no le gusta y reacciona de esa manera con nosotros para que le dejemos en paz. O, por ejemplo, los gatos que muerden o arañan suele ser porque cuando son pequeños han jugado con las manos, entonces ellos se piensan que es lo normal y no miden la fuerza o la intensidad. Claro, no es lo mismo que te muerda un cachorro de dos meses a que te muerda un gato adulto de cinco kilos.

 ¿Cuáles son los casos más extremos que ha tenido que afrontar?

Pues tenemos un proyecto que se llama 'Gatos Guerreros' que es donde trabajamos con los gatos más conflictivos y lo que llamamos "agresividad redirigida". Son todo gatos con el mismo perfil que se han criado solos y que tienen episodios superviolentos, una agresividad muy bestia y una pérdida de control absoluta. Estos animales suelen terminar siendo sacrificados por veterinarios que no saben como llevarlo. Nosotros los cuidamos, los tratamos y les ayudamos a encontrar un nuevo hogar. 

¿Y cuánto puede tardar ese proceso?

Depende de en qué momento pillemos al gato, porque no es lo mismo hacerlo en el primer episodio agresivo que tiene que en el cuarto o el quinto. Pero en todos casos el proceso es el mismo, les dejamos en paz. Hay que darles espacio físico y emocional, intentar bajar el nivel de estrés alrededor suyo, es decir, no hablarle ni tocarle y solo relacionarnos con ellos con las llamadas señales de calma, un lenguaje no invasivo como pasar de lejos o rodeándolos, mirarle a los ojos, parpadear y mirar para otro lado para hacerles saber que estamos allí y que todo está bien... Ese tipo de cosas. De este modo, poco a poco va bajando la intensidad de esa agresividad y con tiempo y paciencia desaparece y puede volver a estar en un hogar sin problema. Si viésemos que estas acciones no funcionan, también comprobaríamos si puede tratarse de algún problema físico que haga actuar al gato de esa manera.

Y para terminar, ¿qué podemos hacer nosotros como dueños para entender mejor a nuestros gatos?

Mi consejo siempre es estar informado, formarse. Cuando se va a tener un gato lo primero que hay que hacer es conocer las necesidades del animal para hacer las cosas bien y no hacerle daño de ningún tipo. No vale con verse cualquier video de YouTube. Hay que saber sobre su lenguaje corporal, cómo se expresan cuando están malos o cuáles son los signos de que están enfermos,  hay que estar preparado para un cambio de casa, para introducirles otros animales o personas... En resumen, estar bien informado y acudir a especialistas si es necesario, porque hay muchísima información gratuita.

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