¿Qué significan los ladridos de tu perro? Así puedes entender mejor a tu amigo de cuatro patas

Un perro ladrando.
Un perro ladrando.
Ralphs Fotos / PIXABAY
Un perro ladrando.

¿Alguna vez te has preguntado por qué tu perro ladra cada vez que llega el cartero o llaman a la puerta? ¿O quizás tienes ese tipo de peludo que cada vez que tienes visita se pone nervioso y gruñe a tu familia y amigos? Los cánidos se comunican a su manera y por eso hay que aprender a entenderlos.

Si nos fijamos en los tipos de ladridos, aullidos y sonidos que emiten los perros, enseguida nos damos cuenta de que no todos son iguales y que no tienen las mismas intenciones. Pero, ¿qué significan esos cambios? ¿Cómo podemos ayudar a nuestra mascota a que no se ponga tan nervioso y ladre tanto (y de paso molestar menos a los vecinos)? Esta es una pregunta muy común entre los dueños de perros.

“Algunas personas pueden ser muy intolerantes con los ladridos de sus perros, especialmente si reciben quejas de sus vecinos”, dice Ryan Neile, jefe de comportamiento de la organización benéfica de bienestar animal Blue Cross, en declaraciones recogidas por The Guardian.

Ladridos agudos, graves, cortos y largos

Existen muchos estilos de ladridos, a pesar de que lo normal es pensar que los perros solo hacen ruido o bien para llamar la atención, o bien para alertar de un peligro. Además, pueden llegar a ser grandes mentirosos, emitir profundos y graves sonidos para aparentar ser enormes bestias de dientes afilados a los que no debes acercarte, por ejemplo (a pesar de tratarse de un perro de tamaño medio).

Graves, agudos, cortos, largos... Los ladridos pueden significar muchas cosas diferentes y, conocerlos, nos ayudará a entender mejor a nuestras mascotas y poder convivir mejor con ellas. "Ladrar es un comportamiento normal para los perros, por lo que no se puede esperar que no ladren en absoluto", explica la Dra. Zazie Todd, autora de Wag: The science of making your dog happy para el periódico británico.

Para conocer mejor el significado de los sonidos del peludo, lo mejor es someterlo a ciertos experimentos sociales: ¿Cómo ladra cuando llaman al timbre?, ¿Y cuándo ve al gato del vecino?, ¿Y qué hay del momento en el que se une al coro de perros del vecindario? Practicar el comportamiento del animal cuando estas situaciones ocurren y premiarle cuando no ladra, es una buena forma de educarlo.

Algunas razas son más charlatanas que otras

"¡No le grites a tu perro!", afirma Todd. Las conocidas como "técnicas de entrenamiento aversivas", que incluyen los collares antiladridos, no tienden a resolver los problemas subyacentes (incluido el miedo) que pueden ser los causantes de que nuestro perro ladre en exceso.

Desde Blue Cross aconsejan utilizar golosinas para alentar a los perros a concentrarse en tareas como jugar a buscar o ir a la cama en aquellas situaciones en las que sus ladridos se vuelven un problema. Además, para aquellos peludos que lo que buscan ladrando es atención, gritarles (una forma de hacerles caso) no es una solución. Hay que buscar la forma de recompensarlo por estar tranquilo, en este caso, premiarlo cuando no esté ladrando, por ejemplo.

“Algunas razas son mucho más 'habladoras' que otras”, afirma a The Guardian Holly Root-Gutteridge, investigadora posdoctoral de perros en la Universidad de Lincoln. Entre las razas ruidosas se encuentran el jack russells, los chihuahuas y los pastores alemanes; mientras que algunas de las razas más tranquilas incluyen al cavalier king charles spaniel, el shiba inus y el labrador. Sin embargo, no es una garantía de que tu shiba inus no vaya a causarte problemas de ladridos.

“Independientemente de las razas, algunos perros son simplemente grandes conversadores, por lo que es bueno ver por qué hablan y considerar si está relacionado con algo que podamos cambiar”, sugiere Root-Gutteridge. “Si tu perro ladra mucho, puede haber una razón que no es obvia, como que no ha hecho suficiente ejercicio o está respondiendo a algunos ruidos externos que quizás no hayas percibido”.

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