Tras años de decadencia y abandono, ya hay planes para el inicio de la transformación del Moll d’Espanya, en el Port Vell de Barcelona, que tuvo su época de gloria cuando la ciudad se abrió al mar con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992, pero que luego fue languideciendo. Este mismo 2022 y con el fin de poder construir allí una segunda sede del Liceu, se derribará el Imax, el cine de películas en 3D cerrado en 2014 al pasar de moda. Este convive en la zona con los Cines Maremagnum, que también echaron el cierre un año más tarde, y con el centro comercial del mismo nombre, en el que cada vez se cuentan más persianas bajadas.

El Liceu estudia abrir una segunda sede en el solar del Imax Port Vell

El presidente del Port de Barcelona, Damià Calvet, ha sido el encargado de hacer público este lunes que la demolición del Imax está prevista para antes de 2023. "Seguro que este año ya lo veremos derribado", ha dicho, y ha añadido que será "más pronto que tarde". Ha concretado que el edificio irá la suelo en cuanto el proyecto del Liceu salga a licitación y se adjudique, y a expensas de que el patronato del Liceu se reúna en abril para aprobarlo. Según ha afirmado, ya ha habido reuniones entre las administraciones consorciadas y el Port para analizar su viabilidad "urbanística, proyectual y financiera".

Calvet ha subrayado que el nuevo equipamiento constituirá la "palanca" para afrontar la reforma del Moll d’Espanya, que una vez reurbanizado será "más accesible y abierto a la ciudadanía".

El presidente del Port ha puesto fecha al derribo del Imax después de que el Liceu ya anunciara en enero que estaba estudiando abrir una segunda sede en el solar del cine cerrado. Esta se conocerá como Liceu Mar y acogerá un Centro de Ópera de Nueva Creación, que impulsará el género desde la composición, la dramaturgia y la dirección de escena. También permitirá complementar la actividad educativa del Petit Liceu y fijar una temporada estable de danza. Además, hará posible el trabajo en red con profesionales y agentes escenicomusicales de la ciudad y de toda Cataluña.

La propuesta podría suscitar un acuerdo más amplio que el que tuvo la entrada del Liceu al Hermitage, que quedó en agua de borrajas porque el Ayuntamiento no quiso instalar una sucursal privada del museo ruso en el puerto.

Además, el solar del Imax tiene más capacidad, puesto que el actual edificio, inaugurado en 1995, tiene una superficie de unos 25.000 metros cuadrados. Es el doble que los que tenía el proyecto que diseñó el arquitecto Toyo Ito para el Hermitage.

En cuanto a los Cines Maremagnum, Calvet ha señalado que su derribo también debe empezar "más pronto que tarde", pero ha dicho desconocer si será antes de finalizar 2022.

El presidente del Port ha explicado que ya se han dado los permisos correspondientes y vinculado la demolición a la reurbanización de la zona. Según ha afirmado, se prevé derribar los cines y hacer un espacio que sume el solar que dejen vacío y la plaza de la Odisea, para crear una zona "más generosa", desde donde se disfrute mejor del mar y de la nueva lonja de pescadores.

Los Cines Maremagnum estaban gestionados por la empresa Cinesa, que no quiso renovar el contrato cuando este terminó. En su día, la compañía argumentó que el edificio requería una gran reforma cuyo coste no estaba dispuesta a asumir.

Calvet también ha apuntado que el proyecto para reordenar el Moll dels Pescadors ya está acabado, a la espera de ser licitado, por lo que se prevé adjudicar antes del verano.

Preguntado por recientes informaciones sobre la cantidad de emisiones de carbono del Port, ha asegurado que la media anual es de 300.000 toneladas, lo que supone un 0,7% del total de las de Cataluña.

El Port estrena islas climáticas

Calvet ha inaugurado este lunes siete islas climáticas en el entorno del Port Vell, que han costado 300.000 euros y tienen afectación sobre unos 3.000 m2. Cuentan con arbustos y árboles para dar sombra y con nebulizadores de vapor de agua. Son capaces de disminuir la temperatura ambiente hasta cuatro grados.