La entrevista de salida o cómo dejar una empresa por la puerta grande

  • Se puede poner fin a una relación laboral de una forma productiva.
  • Esta entrevista permite intercambiar una reflexión constructiva sobre el tiempo compartido.
Dos trabajadores estrechándose la mano
También hay que saber (conviene) marcharse de un trabajo.
EFE/ARCHIVO
Dos trabajadores estrechándose la mano

Uno puede irse de una empresa por la puerta de atrás o por la puerta grande. Para conseguir lo primero, para irse bien, está la llamada entrevista de salida, algo así como el epílogo de nuestra relación con una empresa. Sirve para poner fin a una relación laboral de una forma productiva para ambas partes.

Cuenta Ifeel, plataforma de apoyo psicológico para individuos y empresas, que la entrevista de salida es utilizada por muchas empresas para intercambiar información de interés con un empleado que abandona la compañía. "Cuando están bien planteadas", sirven para conocer el balance que esa persona hace de sus años de experiencia en la empresa, identificar los motivos que le llevan a dejar la organización y ofrecerle también un feedback sobre su desempeño.

Como en otras entrevistas, en este tipo también hay preguntas recurrentes, como: ¿Qué ha influido en tu decisión de irte? ¿Qué cambiarías para que los que se quedan se sientan a gusto o para que la compañía funcione mejor? ¿Qué habría hecho falta para que no tomaras la decisión de marcharte?

Recuerda Ifeel que en una buena entrevista de salida este tipo de preguntas pueden formularse de diferentes maneras y en diferentes momentos a lo largo de todo el encuentro. Conviene prepararlas mínimamente para que los nervios del momento no nos traicionen.

"Es importante no confundir la espontaneidad con la improvisación, y entrenar una cierta actitud para enfocarla"

A un empleado, los expertos le recomiendan evitar tres tipos de respuestas si quiere que la entrevista de salida sea útil:

Ataques a la empresa

Aunque el empleado tenga motivos y desee transmitirlos, mostrar agresividad o rencor hacia la empresa deteriora su imagen y puede perjudicarle en el futuro. Si lo cree pertinente, puede indicar áreas de descontento, asertiva y educadamente.

Respuestas vacías o indiferentes

Algunas respuestas como “todo está bien, no mejoraría nada”, pueden dar la impresión de que el empleado no se está tomando en serio la entrevista o de que no es un problema para la empresa que ese trabajador que aporta respuestas tan simples se marche. En la medida de lo posible, conviene ofrecer una imagen de máxima profesionalidad, también en el momento de marcharse.

Poner el foco en lo que no se ha hecho

Los nervios, el exceso de franqueza o la falta de preparación pueden llevar al empleado a perjudicarse a sí mismo durante la entrevista con mensajes negativos sobre su desempeño. La autocrítica está muy bien, pero no conviene que el entrevistador se lleve como última impresión que el rendimiento del empleado ha sido pobre y que, por tanto, es bueno que se marche.

Hay que cuidar el momento de irse

El final de la colaboración entre empleado y empresa es un momento importante que se debe cuidar. Y hay que hacerlo, según Ifeel, aunque el momento de dejar la empresa remueva en el empleado aspectos o temas conflictivos.

"Debemos pensar no solo en qué nos pide el cuerpo decir, también en qué nos convendrá mañana haber dicho"

Para que la entrevista sea un éxito "es importante no confundir la espontaneidad con la improvisación, y entrenar una cierta actitud para enfocarla". Por ejemplo, siguiendo estas pautas: 

  • Comunicación asertiva
    Si la relación con la empresa ha sido conflictiva ya es tarde para cambiarlo, pero conviene manejarlo con contención. No dar respuestas agresivas ni pasivo-agresivas. Detectar las preguntas capciosas del entrevistador y sortearlas ya que no hay que contestar a todo ni colocarse en situación vulnerable.
  • Ante la duda, prudencia
    Nunca sabemos a quién encontraremos en un futuro trabajo o quién decidirá sobre nosotros. Siempre que sea posible conviene ser constructivos y profesionales durante la entrevista y no dañar nuestra reputación profesional. "Antes de contestar debemos pensar no solo en qué nos pide el cuerpo decir, también en qué nos convendrá mañana haber dicho", sugieren los expertos.
  • Conseguir información
    La entrevista de salida es una oportunidad de extraer información sobre nuestra trayectoria en la empresa que nos sirva en el futuro. Hay que aprovechar para que desde la empresa nos aporten la visión que tienen de nosotros como trabajadores.

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