La malagueña Ana Mena no tuvo suerte este martes en su debut en el Festival de Sanremo, el evento del que saldrá el representante de Italia en Eurovisión, certamen que este año se celebrará en este mismo país, en Turín, el próximo mes de mayo.

Mena, que debutó en el histórico festival italiano con el tema Duocentomile Ore (Doscientas mil horas), quedó última (puesto 12 de 12) en la primera ronda, de acuerdo con la votación del jurado, formado por periodistas expertos. 

Es la primera vez en siete años que compite en Sanremo una extranjera, tras la belga-canadiense Lara Fabian en 2015. Mena subió al escenario en tercera posición.

La malagueña, no obstante, aún tiene opciones. Tras la segunda ronda, que se celebrará este miércoles con la actuación de los 13 participantes restantes, Mena volverá a subirse al escenario el jueves en la tercera ronda, donde la clasificación la decidirá el televoto y un jurado demoscópico, y la puntuación se sumará a la recibida en la anterior actuación.

La cuarta ronda se celebrará el viernes, y en ella los 25 aspirantes deberán versionar un éxito clásico de la música italiana. La votación se dividirá en esta ocasión en tres tercios: prensa, televoto y jurado demoscópico.

La ronda final tendrá lugar el sábado, con nuevas actuaciones de todos los participantes, y clasificación decidida por televoto, ponderado con las votaciones anteriores. De ahí saldrán los tres primeros, que serán votados una vez más, de nuevo con el sistema de los tres tercios.

Triunfando en Italia

Ana Mena lleva cuatro años triunfando en Italia por sus temas con raperos como Fred De Palma y Rocco Hunt, aunque asegura que su pasión por la música italiana y el Festival de Sanremo se remonta a su infancia, cuando veía el concurso desde su casa en Málaga con su padre.

Desde que comenzará a destacar en las listas de ventas italianas, la intérprete de Me iluminaba ha intentado en dos ocasiones formar parte de los 25 participantes del evento, hasta conseguir su puesto finalmente el año pasado.

Y es que el Festival es todo un acontecomiento en Italia. Cada febrero, el país se zambulle en una semana de música con este certamen fundado en 1951 que reúne a jóvenes promesas y viejas glorias en largas seratas (las rondas clasificatorias), en las que puede ocurrir de todo, desde homenajes, sorpresas hasta polémicas.

Este año, además, Sanremo arrancó por todo lo grande, con la actuación del mayor fenómeno musical de los últimos tiempos en el país, el grupo romano Maneskin, ganadores en la pasada edición con su tema Zitti e Buoni, con el que conquistaron también Eurovisión.