Las altas expectativas que los seguidores y quienes apoyaban las candidaturas de Tanxugueiras y Rigoberta Bandini y la victoria final de Chanel en el Benidorm Fest ha hecho que surjan dudas, quejas y hasta sospechas en torno al sistema de votación creado por RTVE para decidir al ganador y por tanto, quien nos represente en Eurovisión este año.

RTVE ya ha adelantado que "es consciente de la controversia sobre el proceso para elegir la canción que representa a España en Eurovisión" y que “la considera positiva”.

“En cualquier concurso competitivo son muchas las personas que no ven cumplidas sus expectativas. En todo caso, la grandeza de toda competición consiste en aceptar plenamente las reglas hasta sus últimas consecuencias”, dice el ente público, que se compromete a “abrir un diálogo participativo para mejorar, de cara a próximas ediciones, todo el proceso del Benidorm Fest”.

Comencemos explicando que RTVE había decidido y anunciado que habría tres bloques en la votación: el de un jurado profesional cuyos cinco componentes eligió RTVE y cuya opinión contaría un 50%, un voto demoscópico, en base a la opinión de 350 personas elegidas para representar a la población española que contaría un 25% y un último bloque de los votos recibidos por las llamadas y mensajes de los espectadores, con otro 25%.

La distribución de porcentajes se hizo concediendo un determinado número de puntos a cada bloque.

Cada uno de los miembros del jurado profesional tenían 12, 10, 8, 7, 6, 5, 4 y 2 puntos para repartir entre los 8 artistas que actuaban en la final. Lo hicieron de forma individual y los puntos que otorgaron se sumaron para dar las puntuaciones. En total, 270 puntos, de los que 51 fueron para Chanel, 46 para Rigoberta Bandini, 39 para Blanca Paloma, 37 Rayden y solo 30 para Tanxugueiras, por citar los más destacados.

El jurado profesional lo componían la cantante Natalia Calderón, la coreógrafa Miryam Benedicted, la coordinadora de la Orquesta y Coro de RTVE, Estefanía García, el escenógrafo Marvin Dietmann y el jefe de la Delegación Islandesa en Eurovisión, Félix Bergsson. Todos ellos fueron seleccionados por RTVE.

Se conocía la suma de sus votos, pero no lo que individualmente habían votado, presumiblemente para proteger la libertad de voto de cada uno. No en vano, tras la primera semifinal, en la que el jurado valoró con poca puntuación a Tanxugueiras y con la mejor nota a Chanel, ya se les atacó, en redes sociales, pero también desde el propio plató, en directo, donde desde el público surgieron abucheos. 

La polémica surgió al saberse que Chanel, la ganadora, había trabajado a las órdenes Benedicted en Tu cara me suena hacía años. La propia Chanel aclaró que llevaba “cuatro años” sin hablar con Miryam y que es normal que siendo ella bailarina y la jurado coreógrafa, hubieran coincidido.

Si se analizan las votaciones, puede verse que el jurado profesional y los populares estaban muy alejados en criterio, pues si hubiera sido por el voto popular, Tanxugueiras habrían sido las ganadoras.

El jurado demoscópico fue seleccionado por la empresa IPSOS, la elegida para gestionar y dar a conocer los datos del jurado demoscópico.

El jurado demoscópico estaba compuesto por 350 personas que votaron en las tres galas, aunque se han seleccionaron 430 para suplir cualquier baja. Eran personas de todas las comunidades autónomas de España, en orden proporcional de número de habitantes. Hay cuotas por género y edad, hombres y mujeres de más de 18 años. Todas sus identidades son anónimas.

Estas personas, las 430, se han captado mediante hojas de ruta, con encuestadores situados en distintas zonas geográficas. Cada encuestador buscaba personas con las características antes mencionadas y les hacía un cuestionario con un filtro relativo a “si les gusta o no la música española”. Solo pasaban el filtro los que sí les gustaba.

Otra pregunta, que no constituía filtro, era si habían seguido alguna vez el Festival de Eurovisión. No podían participar en este jurado demoscópico las personas relacionadas con la industria discográfica, el sector televisivo, periodistas y profesionales de la publicidad o estudios de mercado.

Los elegidos firmaron una clausula de confidencialidad y se les entregó un código QR para poder descargar y utilizar, una vez descargada, la aplicación diseñada para estas galas del Benidorm Fest. En la aplicación, los 350 elegidos, tenían las fotos de los artistas participantes para poder clicar de forma fácil e inequívoca en sus canciones preferidas, ordenándolas a su gusto. Podían votar a lo largo de toda la gala y cambiar, hasta el final de ésta, el orden de preferencia. Se prevé que RTVE amplíe y desgrane el sentido de la votación de estas personas.

El voto demoscópico dio la máxima puntuación a las Tanxugueiras (30 puntos), seguidas de Chanel (25) y de Rigoberta Bandini (20).

En tercer lugar está el voto recogido por RTVE de las llamadas y mensajes enviados por la audiencia durante las galas y en concreto, la final. El éxito de convocatoria del Benidorm Fest y de la implicación de quienes lo han seguido se pudo ver claramente en que llegó a haber hasta 1.000 mensajes por segundo”, según informó RTVE. En total se recibieron 192.006 votos de la audiencia, 53.623 llamadas y 138.383 sms.

Estos votos estaban más en consonancia con el demoscópico que con los del jurado, pero aún así había disensiones. La máxima puntuación fue para Tanxugueiras igualmente, pero la audiencia le daba a Rigoberta Bandini 25 puntos y 20 a Chanel. 

El sindicato de CC OO de RTVE ha llegado a emitir un comunicado en el que dice que hay "presuntas irregularidades" que son "tan notables que se debería dejar sin efecto la elección de la canción" de Chanel y además, "explicar de manera urgente, cómo y quién seleccionó al jurado del Benidorm Fest", así como "hacer públicas las actas de las votaciones y las incidencias registradas"..