¿Qué busca de verdad Putin elevando la tensión en Ucrania y qué posibilidades reales existen de que haya una guerra?

Vladimir Putin preside un desfile militar en la Plaza Roja
Vladimir Putin preside un desfile militar en la Plaza Roja.
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Vladimir Putin preside un desfile militar en la Plaza Roja
El conflicto entre Rusia y Ucrania no es una nueva guerra. Pero por qué ha crecido la tensión entre estos países el último tiempo. ¿Qué papel juega Estados Unidos? ¿La Unión Europea queda relegada como actor secundario?. En qué perjudicaría a España y otros países de la UE. Estas preguntas y mucho más, las responde nuestro especialista en política internacional, Emilio Ordiz.
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El tablero mundial ha pasado a albergar una partida llena de tensión con Ucrania como pieza fundamental. La juegan Rusia y la OTAN, escudándose cada uno en una serie de elementos para justificar sus posiciones. La vía diplomática sigue abierta pero parece cada día más agotada y mientras el Kremlin avisa a la Alianza de que "sentirá las consecuencias en su cuello" si no atiende a sus demandas, esta acumula efectivos por si la guerra pasa a ser una realidad. Moscú apunta que esa guerra "está más cerca que nunca".

En este sentido, al adelanto de España del despliegue de la fragata Blas de Lezo con destino al mar Negro y el anuncio de enviar cazas de combate se han sumado la propuesta de Dinamarca de enviar una fragata al mar Báltico y reforzar con cuatro cazas F-16 la misión en Lituania. Francia también ha expresado su disposición a enviar tropas a Rumanía bajo el paraguas de la OTAN, mientras que Países Bajos desplegará dos cazas F-35 en el mes de abril para reforzar tareas de patrullaje aéreo en la zona. En ese escenario, esta semana será clave para saber si Estados Unidos responde a las demandas de Vladimir Putin, que pasan por la retirada de la OTAN de la zona y por que se cierre la puerta a la entrada de Ucrania a la Alianza. Pero, ¿hacia dónde va esa tensión?

Mira Milosevich, investigadora del Real Instituto Elcano, Antonio Alonso, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad CEU San Pablo, y Sergio Príncipe, doctor de la Universidad Complutense, valoran para 20minutos las salidas que puede haber a una crisis en la que ha ido aumentando también el papel del componente mediático. ¿Está más cerca la guerra como apunta el Kremlin? Alonso explica que "hay que tener en cuenta que el conflicto ya está abierto" desde el año 2014. Así, la gran incógnita es saber "si va a escalar a una crisis mayor con un enfrentamiento armado", añade, y ve muy posible "una anexión de Donestk y de Lugansk" y es algo, dice, "que mucha gente ya da por hecho" porque "Rusia está demostrando su fuerza".

Varias explosiones preceden al avance de los vehículos militares del ejército ruso. A bordo, ingenieros de la Flota del Norte realizando ejercicios de entrenamiento en la región de Murmansk, una ciudad rusa situada en la frontera con Noruega y Finlandia.

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Milosevich, por su parte, recuerda que estas dos regiones son relevantes pero cree que Rusia empezaría un avance militar por ahí "solo si el Gobierno de Kiev intenta recuperarlos", porque, explica "Rusia no necesita más territorios" ya que "son caros". Ese es el motivo, sostiene Milosevich, "por el que colapsó la URSS". Sobre la cercanía de la escalada, lo tiene claro: "Ahora mismo lo que vivimos es una escalada verbal más que militar y no sabemos qué va a pasar", comenta. La analista recuerda que hay un marco hasta el 30 de enero para esa respuesta de EEUU y de la OTAN, y cree, por tanto, "que no se cometa una irresponsabilidad".

La Unión Europea, por su parte, llama a la calma. Los ministros de Asuntos Exteriores avanzaron más bien poco en su reunión de este lunes: consideran que la diplomacia es el camino para la desescalada, piden "no dramatizar", pero avisan de que tienen preparadas sanciones si la situación se complica. Dentro del papel secundario que juega el bloque, la Comisión Europea anunció también unas ayudas de 1.200 millones de euros para Ucrania "para el medio y largo plazo" en forma de subvenciones y créditos. Como la OTAN, la UE llama a respetar la soberanía y la integridad territorial ucranianas. La Alianza, de hecho, lo tiene claro: no será Moscú quien marque sus políticas de ampliación.

Josep Borrell ha reafirmado este lunes el "total e incuestionable" apoyo de la Unión Europea a Ucrania.

En este sentido, el Alto Representante de la UE, Josep Borrell, insistió en que el camino debe ser el de "la diplomacia y el diálogo" pero aseguró también que si esa vía falla los 27 tienen preparada una respuesta "contundente, unida y coordinada" internacionalmente. Se entiende que se refiere, en un escenario como el actual, a sanciones sin precedentes. Asimismo, el jefe de la diplomacia europea confirmó que EE UU ha consultado a la Unión sobre la respuesta por escrito a las demandas de seguridad de Rusia, que serán enviadas al Kremlin esta misma semana. Borrell aseguró, en todo caso, que no hay "ningún elemento para temer un ataque inminente".

¿Y qué busca Putin en esta partida? "La humillación que sufre Rusia al caer la URSS es algo que sigue presente en el discurso de Putin que lo vio como una tragedia y busca recuperar la grandeza de Rusia", cuenta Alonso. "Es imprescindible que nosotros -Occidente- entendamos la razones de los rusos a la hora de explicar el mundo". Pero eso no quiere decir que "se les dé la espalda a Letonia, Lituania y el resto de países de la zona". El objetivo de Rusia, en último término, "es tener una palabra que decir en el mundo actual y eso pasa por enfrentarse con su propio mensaje a los otros actores". 

Sobre las exigencias de Rusia, Milosevich explica que desde los noventa "Rusia ha expresado su descontento" con la Alianza. Desde la llegada de Putin al poder la OTAN se ha ampliado cuatro veces y el Kremlin ha pasado "del descontento pasivo al revisionismo activo y a impedir el intento de estos países de ser miembros de la OTAN, e impedirlo a través de conflictos". En cuanto a la meta del Kremlin, la analista dice que nace, a nivel macro, de "la ambición de Rusia por ser una gran potencia". En ese escenario, Rusia "no quiere dejar a Ucrania sin que la pueda controlar", y en esto hay una intención dentro de "un proceso de reimperalización". Las cinco peticiones que hace el Kremlin, en definitiva, buscan "un cambio en el orden de seguridad europea" y a esto la OTAN y EE UU "no pueden acceder".

La OTAN, por su parte, se juega en cierta medida su credibilidad, sobre todo después de la caótica salida de Afganistán hace solo unos meses. "No sé hasta qué punto la Alianza se la juega, pero esta es una operación que tiene semejanzas con lo que pasó en Georgia en 2008", con un país que no es de la OTAN, pero sí está en la órbita. "Con Ucrania parece más evidente que si cae el país está en juego la seguridad integral de Europa y por eso [la Alianza] se lo ha tomado con tanto interés", sostiene Alonso. "Estamos hablando además de seguridad en términos duros, en términos militares" y lo siguiente a Ucrania en ese camino serían países como Polonia. "La OTAN, teóricamente, está bien preparada así que si falla sí que puede ser digamos para echar el cierre", termina.

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¿Y qué pasa con el relato y el componente mediático?

La crisis, con todo, y como apunta Milosevich, está en una fase todavía de "escalada verbal". Por lo tanto, el componente mediático es relevante en este punto. La OTAN y la UE lanzan sus avisos; el Kremlin, los suyos. Sergio Príncipe comenta que Rusia está tratando de establecer "un eje clave": dejar claro que el Kremlin se mueve porque la OTAN se ha movido antes. "Buscan dejar el mensaje de que Rusia es el bueno de la película", añade. Sobre cómo puede responder Occidente, Príncipe recuerda que en la UE "nunca se ha dado una voz más alta que otra" por la dependencia energética, "y cuando se da un golpe en la mesa" a nivel mediático, Rusia "te mira raro".

"Se ha intentado ir con una vía diplomática", prosigue el analista, "pero no ha salido del todo bien porque no hay unidad en los Estados miembros", aunque se quiera apurar la misma. "A corto plazo es una batalla que tenemos que dar por perdida" y está el ejemplo, continúa, de que, con esta escalada, "la UE no ha pintado nada", ni siquiera "desde el lado de Estados Unidos".

Hay también, dice, "un componente de debilidad" en el caso de Putin, que "no podrá estar siempre en el poder" y tiene cierto temor a un acercamiento de Ucrania a la UE, y es consciente de que haya un "efecto contagio" a otros países, y lo quiere frenar "a través del relato de que 'Rusia os lo está dando todo'". De hecho, así se llama su partido: Rusia Unida.

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