La sexta ola da señales de debilidad, aunque los fallecidos diarios alcanzan su máximo desde marzo

Una concurrida calle de Madrid, a 23 de diciembre de 2021.
Una concurrida calle de Madrid, a 23 de diciembre de 2021.
JORGE PARÍS
Una concurrida calle de Madrid, a 23 de diciembre de 2021.

El pasado 14 de octubre, recién superado el puente de la Hispanidad, la incidencia acumulada comenzó a subir en España y no dejó de hacerlo hasta este martes. Tras alcanzar los 3.398 casos por 100.000 habitantes, una cifra nunca antes vista desde el inicio de la pandemia de COVID-19, este indicador ha experimentado el primer descenso en toda la sexta ola. Sin embargo, los fallecidos diarios han alcanzado su peor dato desde marzo, con 284, mientras la presión hospitalaria y en UCI se mantiene, con previsión de que continúe así -o incluso aumente- durante las próximas dos semanas.

La incidencia cayó casi 91 puntos este martes respecto al día anterior para situarse en 3.306, en una jornada en la que el número de contagios bajó de los 100.000 por primera vez desde el 23 de diciembre, con 94.472. Con estas nuevas infecciones, a falta de la actualización de la Región de Murcia, el acumulado de la pandemia asciende a 8.518.975 y los decesos llegan a 91.277. 

Este descenso llega el día en que la única comunidad con toque de queda, Cataluña, ha anunciado que lo levantará a partir del viernes, aunque mantendrá el resto de restricciones. El Govern ha adoptado esta decisión cuando muchas autonomías ya han experimentado un cambio de tendencia antes de la reunión de este miércoles del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), que analizará la situación epidemiológica y la vacunación.

Navarra, la comunidad más castigada por la sexta ola, lleva más de una semana con la incidencia acumulada a 14 días en disminución, después de registrar 7.254 casos por 100.000 habitantes el 11 de enero. Este martes, un total de doce comunidades han registrado una bajada en este indicador, algunas por primera vez. Ahora falta por ver si se consolida esta evolución descendente.

A completar este escenario, contribuye el primer descenso de la sexta ola en la venta y el stock de test de antígenos de autodiagnóstico de COVID-19. La semana del 3 al 9 de enero de 2022 las farmacias dispensaron 7.720.908 pruebas de este tipo, frente a los 8.501.243 de los siete días anteriores, que marcó el máximo, según datos de la consultora IQVIA.

Otro dato positivo lo facilitó este lunes el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, que avanzó que las bajas laborales ya están "empezando a declinar" tras los picos alcanzados por los contagios por la variante ómicron. "Estamos por detrás de los máximos de forma generalizada", ha apuntado Escrivá.

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Aumento de los fallecidos y la presión hospitalaria

A pesar de las señales de debilidad que comienza a dar la sexta ola en términos de incidencia y contagios diarios, esta tendencia no se refleja en los fallecidos ni en la presión hospitalaria y en las Unidades de Cuidados Intensivos. El Ministerio de Sanidad notificó este martes 284 fallecidos, lo que supone la cifra más alta desde el pasado 26 de marzo, cuando, ya terminada la tercera ola, el departamento de Carolina Darias comunicó 590.

También la presión hospitalaria continúa subiendo, después de superar este lunes el umbral del riesgo muy alto. Desde que comenzó la sexta ola, el porcentaje de camas ocupadas por pacientes COVID ha pasado del 1,52% del 14 de octubre al 15,17% de este martes, con 18.918 hospitalizados. No obstante, está por debajo del 18,61% de hace un año, en plena tercera ola.

En las UCI, la tasa de camas ocupadas por infectados por coronavirus marca 23,69%, similar a la de los días previos. Con 2.243 ingresados en UCI, este porcentaje ha aumentado desde el 4,98% de mediados de octubre, aunque es inferior al 32,71% de hace un año. Ahora bien, los expertos temen que estos datos puedan empeorar en los próximos días.

Por comunidades, Cataluña continúa a la cabeza por saturación en las UCI, con un 42,82% camas ocupadas por enfermos COVID, aunque baja ligeramente respecto al día anterior. Esta dramática cifra, más de 10 puntos por encima del resto de las regiones, la explica el jefe del Servicio de Cuidados Intensivos del Hospital Vall d'Hebron, de Barcelona: "A principios de noviembre, vimos un cambio de tendencia, fuimos seguramente la primera autonomía. La ola siguió creciendo desde entonces y sumamos ya muchas semanas".

La curva de los ingresos en UCI, presumiblemente, alcanzarán su pico dos semanas después que las infecciones. "Desde que se contagia, un paciente tarda unos días en dar positivo. Si desarrolla un cuadro más importante, ingresa en el hospital. Si presenta insuficiencia respiratoria grave, terminará en la UCI. Hay un decalaje de 15 días", explica la vicepresidenta de la Sociedad Española de Medicina Intensiva Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc), Carola Giménez-Esparza.

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