Alberto Garzón responde a las críticas por sus palabras sobre el sector cárnico y habla de "bulo" impulsado por el lobby

Alberto Garzón inaugura este viernes en la Diputación las jornadas 'Jóvenes y juegos de azar'
Alberto Garzón, ministro de Consumo.
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Alberto Garzón, ministro de Consumo.
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El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha vuelto a ser objeto de críticas tras conceder una entrevista al medio británico The Guardian el pasado 14 de diciembre en la que habló de la necesidad que hay en España de entender el gran impacto de la industria cárnica en el medio ambiente.

La polémica saltó el pasado 3 de enero, cuando el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, criticó en Twitter el "nuevo" ataque a los ganaderos desde el "Gobierno de España". Además, compartió una publicación de una empresa cárnica que titulaba: "Garzón afirma en The Guardian que España exporta carne de mala calidad de animales maltratados". 

El ministro contestó a ese tuit asegurando que en la entrevista incidía en que la ganadería extensiva practicada en zonas como "Asturias, parte de Castilla y León, Andalucía y Extremadura" sí es sostenible medioambientalmente y que el titular estaba completamente descontextualizado.

Ante las críticas de partidos políticos como Ciudadanos y Partido Popular, asociaciones importantes del sector y de gobiernos autonómicos como el de Castilla y León y Aragón, el ministro ha publicado en su cuenta de Twitter la entrevista transcrita: "Por motivos de espacio el periodista tuvo que excluir algunos elementos que hoy, al calor del bulo y la mentira que ciertos actores promueven, salen realzados".

Garzón intentó aclarar que hay que diferenciar entre la ganadería industrial y la extensiva. Mientras una es ecológicamente sostenible y tiene "mucho peso en determinadas regiones de España", la otra "contamina suelos, agua y después se exporta". "Es una carne de peor calidad, es un maltrato animal además lo que se produce y es un impacto ecológico descomunal y desproporcional", dijo.

El ministro explicó que los ganaderos extensivos, aquellos cuya producción es sostenible, "deberían estar de acuerdo" con su postura, ya que, "nunca hemos dicho que no haya que comer carne, sino que hay que reducir su consumo y que la carne que se consuma sea así -sostenible-". 

Así, puso el foco en las grandes empresas cárnicas de ganadería industrial: "El bulo comenzó el 3 de enero impulsado por el lobby de ciertas grandes empresas que promueven macrogranjas contaminantes... y el resto ya lo sabéis", tuiteó.

No es la primera vez que las palabras del ministro sobre este tema suscitan polémica. El pasado julio, cuando propuso reducir el consumo de carne, incluso su socio de Gobierno el presidente, Pedro Sánchez, dijo: "A mí, donde me pongan un chuletón al punto... eso es imbatible".

Ciudadanos y PP piden responsabiliades

Ciudadanos ha registrado en el Congreso una proposición no de ley con la que persigue que la Cámara Baja repruebe al ministro de Consumo por las "dañinas" críticas realizadas contra el sector cárnico español. 

Unas palabras que han llevado a las más importantes asociaciones del sector, como Asaja (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores) y UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos), a pedir su dimisión y con las que, según Cs, el ministro "ha vuelto a dañar irremediablemente la reputación internacional de la ganadería española, que depende en gran medida de la exportación de productos cuya calidad es reconocida a nivel global".

El líder del PP, Pablo Casado, exigió también este martes "responsabilidades y una rectificación" al ministro de Consumo. "Es inaceptable que el Gobierno diga a la prensa extranjera que 'España exporta carne de mala calidad de animales maltratados'", sostuvo Casado. En opinión del líder del PP, se trata de "otro ataque a ganaderos y agricultores y a la imagen de nuestro país", por lo que desde su partido, dijo en Twitter, exigen "responsabilidades y una rectificación inmediata".

El presidente aragonés, el socialista Javier Lambán, también arremetió contra Garzón. "Estas desgraciadas e insensatas declaraciones son una agresión directa a una parte importante de la economía aragonesa, que se esfuerza por ser competitiva y sostenible", afirma el presidente aragonés en un mensaje en su cuenta de Twitter.

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