Ómicron se convierte en la peor amenaza de la pandemia para Europa: se propaga "a la velocidad del rayo"

Varias personas hacen cola fuera del hospital St. Thomas de Londres para recibir la dosis de refuerzo de la vacuna contra el coronavirus.
Varias personas hacen cola fuera del hospital St. Thomas de Londres para recibir la dosis de refuerzo de la vacuna contra el coronavirus.
EFE / EPA / ANDY RAIN
Varias personas hacen cola fuera del hospital St. Thomas de Londres para recibir la dosis de refuerzo de la vacuna contra el coronavirus.

Ómicron se está convirtiendo en la peor pesadilla de los países europeos. Con más incógnitas que certezas sobre esta variante del coronavirus, su rápida propagación ha puesto contra las cuerdas a países como el Reino Unido, cuya capital, Londres, ha declarado este sábado el estado de "incidente grave" por la situación de la pandemia.

Los casos de ómicron confirmados se duplican cada 36 y 72 horas en los países en los que ya está presente, ha alertado la OMS en un informe, donde indica que la variante tiene una "ventaja de crecimiento sustancial" sobre la variante delta, hasta ahora dominante.

"Es probablemente la amenaza más significativa que hemos tenido desde el inicio de la pandemia", afirmaba con rotundidad esta semana Jenny Harries, máxima responsable de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido.

Todas las autoridades coinciden en señalar que la ómicron superará pronto a la delta en Europa y se convertirá en la variante dominante. "Se está extendiendo a la velocidad del rayo" por el continente europeo, ha alertado el primer ministro francés, Jean Castex, que no duda en vaticinar que ómicron se convertirá en dominante en Francia a principios del próximo año.

Para tratar de frenar esta expansión, el Gobierno francés anunció este viernes la prohibición de las concentraciones y fiestas en la calle durante la Nochevieja, más presión y restricciones a los que no estén vacunados, y prometió acelerar la vacunación de refuerzo. Por eso, desde el 3 de enero se permitirá la administración de la dosis de refuerzo a quienes se hayan pinchado por última vez hace cuatro meses, y no cinco meses como hasta ahora.

Países Bajos, por su parte, ha anunciado este sábado un confinamiento estricto de cuatro semanas, hasta el 14 de enero, que afecta a todos los sectores, salvo a comercios esenciales como supermercados y farmacias. "Es inevitable porque la quinta ola viene con la variante ómicron", ha justificado el primer ministro, Mark Rutte.

La OMS advierte además de que no se sabe si el rápido crecimiento de la ómicron se debe a una mayor transmisibilidad, a una mayor capacidad de contagiar a personas vacunadas o a una combinación de ambas. "Los datos que tenemos sobre la gravedad clínica de la ómicron siguen siendo limitados. Se necesitan más datos para comprender el perfil de gravedad y cómo le afecta la vacunación y la inmunidad previa", ha explicado el organismo en un documento técnico.

Por el momento solo existen algunos estudios que apuntan que ómicron podría reducir al 33% la efectividad frente al contagio de aquellos que han recibido pauta completa (dos dosis) de la vacuna de Pfizer.

La vacunación no es suficiente

Ante este panorama de incertidumbre, el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) ha recalcado esta semana que la vacunación por sí sola no es suficiente para detener el impacto de ómicron y ha realizado un llamamiento a los países a actuar rápidamente y a dar una "respuesta" antes de las festividades que se acercan.

Entre estas medidas, la organización cita el uso "apropiado" de mascarillas de protección, el teletrabajo, evitar las aglomeraciones en el transporte público, quedarse en casa en caso de enfermedad y mantener las medidas de higiene conocidas, así como la adecuada ventilación. De lo contrario, los países que no lleven a cabo estas medidas observarán un "fuerte incremento" de casos, advierten.

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