Dice un refrán asociado a la peregrinación que "el Camino empieza en la puerta de tu casa". De ser así, una mayoría de las peregrinaciones arrancan, en el caso de España, en la puerta de un andaluz. Aunque luego el peregrino, por lo general, eche a andar en algún punto norteño del Camino Francés, el más popular de los diez que integran las rutas xacobeas. De lo que no hay duda es de que el romance entre Andalucía y el Camino goza de buena salud y las cifras de visitantes andaluces registrados en la catedral de Santiago atestiguan que va a más.

En concreto, los peregrinos en 2021 cuyo lugar de procedencia fue Andalucía aglutinan al 13% del total. Esto supone que, entre los españoles, los andaluces, con 23.316 peregrinos, son los visitantes más numerosos y, en el cómputo global, solo estarían por detrás de los residentes en el extranjero, que suman 46.328 peregrinos.

Echando la vista atrás, al último año "normal" de Camino, que además arrojó cifras de récord, comprobamos que el peso de los andaluces sobre el total de peregrinos, se ha incrementado sensiblemente. Así, mientras que en 2019 suponían el 9,5% del total, este año son ya el mencionado 13%. En 2020, la pandemia y las severas restricciones al tránsito y el turismo, arrojaron cifras residuales de visitantes respecto a las subidas sostenidas de la última década.

Pero el año pasado, con el retorno de cierta "normalidad", la Ruta Xacobea ha recuperado parte del esplendor, además en medio de la celebración del Año Santo, que se prorrogará también este 2022. Hasta el 31 de diciembre, se han computado 178.900 peregrinos totales, lejos de los 347.578 de 2019, pero muy por encima de los 54.144 peregrinos que sellaron su compostela en Santiago en el "año pandémico" 2020.

A los andaluces, en el ranking de 2021, le siguen los madrileños (20.486 visitantes), valencianos (12.339), gallegos (10.930) y catalanes (10.612). La caída de turistas residentes en el extranjero ha propiciado, además de la fidelidad de los andaluces al Camino, especialmente en los meses de verano, que el peso andaluz se note más en la "tarta" de peregrinos.

No siempre fue así. De hecho, hace una década el número de peregrinos andaluces se situaba siempre por debajo de madrileños, catalanes, gallegos y valencianos, a pesar de ser la comunidad más poblada. No fue hasta 2016, después de ir escalando posiciones, que Andalucía culminó el "sorpasso" a Madrid como principal comunidad suministradora de peregrinos. Una situación que se ha mantenido hasta hoy.

Vía de la Plata

La clave hay que buscarla en dos direcciones: por una parte, el éxito indudable y sostenido y el poder de convocatoria del Camino Francés en los últimos años; y, por otro lado, relacionado con esto, el declive de la Vía de la Plata, antaño bien situada entre los peregrinos de largo recorrido y hoy en día víctima del enorme atractivo del Francés. Hasta hace diez años, la Vía de la Plata, que hoy ocupa el séptimo puesto entre los diez caminos a Santiago, se ubicaba como el cuarto preferido por los caminantes después del Francés, el Portugués y el del Norte.

Juan Ramos, presidente de la Asociación Amigos del Camino de Santiago Vía de la Playa, cree que el cambio de paradigma en el peregrinaje está detrás de esta tendencia: "Antes existían peregrinos de largo recorrido. Luego, llegó la moda de los 100 kilómetros, desde Sarriá a Santiago, y Galicia hizo una muy buena publicidad. Además, se pasó de cinco caminos que había antes a los diez que hay hoy señalizados", explica a 20minutos.es. Es decir, Sevilla, inicio de la Vía de la Plata, y otras ciudades andaluzas, empezaron a suministrar peregrinos hacia el Camino Francés en detrimento de los caminantes de largo recorrido que antaño peregrinaban a Santiago desde el Sur.

El factor climatológico y estacionario también propicia esta inversión de tendencias. El calor de la Vía de la Plata es mucho más acusado que los caminos norteños en los meses de verano, que son los más habituales a la hora de enfrentarse al camino. A ello se suma la propia condición de la Vía de la Plata, en la que los pueblos se encuentran bastante dispersos, en ocasiones a 30 kilómetros de distancia frente a la profusión de aldeas en torno al Camino Francés. La Asociación considera que invertir en infraestructuras hará reflotar la vía sureña. Para ello sería conveniente implantar puntos de agua y facilitar sistemas de transporte de mochilas.

Pero, aunque no sea un grupo mayoritario de peregrinos, hay muchos andaluces que se lanzan al Camino desde nuestras tierras en pleno invierno y con la esperanza de pasar las fiestas navideñas en Santiago de Compostela. Son "peregrinos pata negra", define Juan Ramos. Este recorrido exigente concita el interés de personas que, ya sea por tramos o en su totalidad, quieren peregrinar de otra forma. "Cinco días de Camino no es el Camino en sí", continúa Ramos. La Asociación espera que se impulse la Vía y los otros tramos andaluces, como el Camino Mozárabe, para que los caminantes copen de nuevo unas zonas que han perdido peso en favor de los peregrinajes que ofrecen los últimos 100 kilómetros hasta Santiago.

Año de credenciales

No obstante, recuerda Ramos, lo que está claro es que Andalucía sigue fiel al Camino en todos los sentidos y sea desde donde sea. "Estamos muy asombrados de que, aunque este año, al inicio, aún se sentía mucho la pandemia, en los últimos meses hemos entregado hasta 4.600 credenciales en la asociación". Además de asesorar al peregrino, en esta asociación integrada en la federación andaluza, con presencia en todas las provincias, se sellan las credenciales hacia Santiago. Y, aunque el Camino habitualmente comienza en el Norte, el efecto económico y turístico se deja sentir en Andalucía. "En ciudades como Sevilla se invierte mucho dinero en preparación del camino. Se hace gasto de material, por ejemplo, lo que beneficia en concepto de inversión inicial".

A lo largo de todo el año, el movimiento asociativo tira con fuerza del carro de la peregrinación. "Hacemos una labor divulgativa -explica Ramos-. No hemos dejado nunca de salir al Camino y de promover los más de mil tramos señalizados en Andalucía, en la Vía de la Plata y los Caminos Mozárabes. Estamos en todas las provincias y fomentamos la peregrinación en nuestros entornos. Siempre nos ha funcionado el boca-oreja". Así, Andalucía sigue buscando cada año la compostela.