Pablo Casado ha arrancado este lunes calentando el debate sobre el proyecto de Ley de Memoria Histórica que prepara el Gobierno de coalición. A una semana de que se celebre el 43 aniversario de la Constitución, el líder del PP ha acusado a Pedro Sánchez de promover un "revisionismo histórico" que justifique cambios constitucionales con ayuda de sus socios "extremistas", pero "sin contar con el PP y la parte de España que representa".

Durante la clausura de la mesa de debate a propósito de 'Los valores constitucionales en la España del siglo XXI', el jefe de la oposición ha asegurado que la normativa sobre la memoria -temporalmente congelada por el PSOE a la espera de aunar los votos necesarios para sacarla adelante- no solo "arroja sombras sobre nuestra democracia", sino que también es "un intento de cuestionar el fundamento del proyecto europeo".

La ley de memoria democrática abrirá la puerta a investigar los crímenes del franquismo amnistiados en 1977

Para Casado, "con las actitudes e intenciones que laten en esa iniciativa, la Unión Europea no existiría hoy, y sin ella, España no tendría futuro". Rompiendo una lanza en favor de la UE, ha recordado que "nuestro proceso de democratización normativa, administrativa e institucional ha sido en buena medida un proceso de europeización". De hecho, según el dirigente popular, gracias a su ingreso en la Unión (1986), "España ha recibido más fondos de los que el conjunto de Europa recibió del Plan Marshall", lo que ha ayudado, ha dicho, a que este país pueda "encajar el impacto de las últimas crisis".

Por eso, en lo que podría interpretarse como un tirón de orejas a Vox, Casado ha señalado que "poner en duda nuestra pertenencia a la UE constituye una de las más graves responsabilidades que se pueden cometer contra el interés de los españoles, especialmente en estos tiempos de crisis". 

Cambiar la constitución es "un acuerdo de todos"

Asimismo, el presidente del PP ha rememorado la Transición española como un proceso "transparente, escrupulosamente abierto y democrático", cuyo éxito estriba en "el compromiso del centroizquierda con la forma en que se hizo la transición y el compromiso del centroderecha con el contenido de la Constitución".

No obstante, según el jefe del PP, ahora este contenido está sufriendo, por un lado, el ataque de "una amplia parte de la izquierda" que falta a "la verdad histórica" para rechazar "el método por el cuál se alcanzó". Y por otro, el ataque de "otros partidos dispuestos a poner en cuestión partes fundamentales del acuerdo constituyente como el estado autonómico o la propia circunscripción provincial", en alusión velada, de nuevo, a Vox.

En contraposición, Casado ha asegurado que "el acuerdo de todos solo se puede cambiar por el acuerdo de todos". Y ese acuerdo, significa a su parecer, "la adhesión al conjunto del pacto sin excepciones arbitrarias ni incumplimientos caprichosos".

En esa línea, Casado ha subrayado que "hablar de futuro", en relación a los cambios constitucionales, "no puede ser patrimonio de los que quieren romper España". A su juicio, la Carta Magna ha hecho posible "la alternancia política" y "muchos años de gobierno nacional y autonómico para la izquierda y los nacionalismos". Por tanto, "la Constitución no es el problema, es la solución", ha insinuado a los partidos independentistas.

Dicho esto, el jefe de la bancada popular ha explicado que "a partir del año 2000 el PP ha ocupado un espacio de centro que ha puesto al Partido Socialista en una encrucijada: o competir con el PP por recuperar el centro, o buscarse nuevos socios en los extremos, socios que debía fortalecer y blanquear para que pudieran ofrecerle los apoyos parlamentarios necesarios". Para el líder de la oposición, es "evidente" y "lamentable" que el socialismo español ha escogido este último camino "desde el Gobierno de Zapatero hasta nuestros días" .

Casado ha insistido en que en varias ocasiones ha explicado a Sánchez esta disyuntiva, por ejemplo, en su discurso durante el debate de investidura. Y ha lamentado que el camino tomado por el presidente ha conllevado "efectos muy malos para su Gobierno, para su partido, para España y para Europa". Finalmente, el líder popular ha añadido que la "primera tarea de la política es hacer posible la convivencia entre quienes no comparten las ideas pero sí la nación" y "el Gobierno hace justo lo contrario".