Rocío Flores continúa con su imparable transformación física tras el final de Supervivientes 2020. Y es que desde hace meses la joven se ha sometido a numerosos tratamientos y retoques estéticos para corregir sus inseguridades, tal y como ha mostrado, una vez más, en su cuenta de Instagram.
La influencer, de 25 años, ha publicado este martes unas stories que recogen los detalles de sus dos últimos retoques estéticos. "Os dejo por aquí lo que me hice el otro día", ha avanzado a sus seguidores.
La hija de Antonio David Flores y Rocío Carrasco acudió recientemente a una clínica de Madrid para hidratar sus labios y mejorar su nariz, tal y como explican desde el perfil de la propia empresa.
La colaboradora de El programa de Ana Rosa ha compartido un vídeo publicado por la clínica donde se aprecia el antes y el después de su paso por la consulta, en la que también se le inyectó toxina botulínica para atenuar las arrugas de expresión en la frente.
La nieta de Rocío Jurado confió en estos tratamientos para prevenir, así, el envejecimiento y la aparición de arrugas más profundas en partes concretas del rostro.
Por otro lado, rinomodelación es el nombre que recibe el tratamiento con el que Flores ha querido tratar su nariz, y que supone una alternativa al paso por el quirófano. El ácido hialurónico en sus labios devuelve la jugosidad y otorga un aspecto saludable.
La influencer se sometió hace unos meses a una bichectomía, una intervención quirúrgica en la que se eliminan las bolsas de grasa del interior de los pómulos y que consiguen un rostro más estilizado. También ha corregido su sonrisa gracias a la clásica ortodoncia.
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