ENTREVISTA | Ángela Vallvey: "La ideología hoy es un negocio para algunos y una ruina para los ciudadanos"

  • La escritora y periodista publica 'Ateísmo ilustrado', un manifiesto donde apunta a las ideologías y a los partidos políticos por crear una nueva religión "donde los ciudadanos se convierten en creyentes".
Angela Vallvey
Angela Vallvey
ARZALIA
Angela Vallvey

¿Vivimos en una "teocracia ideológica"? ¿Por qué los votantes siguen depositando su confianza en políticos que se han constatado corruptos e ineptos? "Porque tienen una fe religiosa en ellos. Porque esos electores, más que ciudadanos, son creyentes". Es es el punto de partida del último ensayo de la periodista y escritora Ángel Vallvey, primera mujer en obtener el Julio Camba de periodismo y ganadora del premio Nadal y el Ateneo, entre otros, Ateísmo ideológico (Arzalia, 2021).

"Este libro tiene algo de teoría política, pero sobre todo tiene rebeldía, es casi un manifiesto", explica la autora a 20minutos. "Mi obligación moral es contribuir al bien común; aunque parezca manido y ampuloso eso es lo que me mueve, dar una respuesta altruista al sistema opresor", afirma.

El libro tiene su mirada puesta en el pasado, pero también, y sobre todo, en el presente más cercano y reconocible. Vallvey asegura que las ideologías han sustituido a las religiones y cree que, como ocurrió tras la Revolución Francesa, cuando separar Iglesia y Estado supuso un impulso para Occidente, hacer lo mismo con las ideologías y el Gobierno tendría un efecto similar ahora, que "la democracia está desapareciendo".

Para la autora los 'nuevos sacerdotes' buscan convertirnos a su fe. "Los partidos son la concreción política de la ideología", desarrolla Vallvey su pensamiento, "pero muchas veces son solamente cáscaras vacías". Y continúa, "sin embargo, siguen utilizando la ideología como bandera y escudo, y provocan que la gente esté cada vez más ideologizada". "Dicen que las ideologías han desaparecido y no estoy nada de acuerdo, están cada vez más presentes", asegura.

El centro quizá no existe, pero es un síntoma de que hay un porcentaje elevado de gente que aspira a no vivir en la lucha, a no sufrir el desasosiego político

¿La solución sería una tecnocracia? Este libro no llega a dar ese paso. Las soluciones me las planteo porque llevo muchos años pensando, pero no las doy. Es más importante desenmascarar lo que está pasando. Alguien puede entender que doy aval a la tecnocracia, pero lo que pretendo es hablar a los no creyentes de las ideologías, porque a los creyentes es muy difícil convencerlos de que están equivocados. Creo que hay una mayoría importante de gente no creyente, que es importante que se sientan visibles y reconocidos. Vivimos en sociedades religiosas ideológicamente y eso es algo que no está empobreciendo en todos los sentidos.

¿Y el centro político? El centro quizá no existe, pero es un síntoma de que hay un porcentaje elevado de gente que aspira a no vivir en la lucha, a no sufrir el desasosiego político. Quizá persiga el unicornio de la ideología.

Realmente, ¿hay tantos no creyentes que están fuera de ese juego? Solo en Madrid hay un millón de personas que nunca ha votado en democracia. Yo creo que hay una gran parte de personas que están en eso, que se han dado cuenta y no siguen la política. Son ateos, se han desapegado, no existen para la política. Eso existe, pero es una vía que no ha prosperado. Es un combatiente que no luchan. No gobierna la mayoría, sino la minoría que decide el rumbo de la sociedad y que, lamentablemente, suelen ser los más radicalizados. Porque en España lo que moviliza es eso, la radicalidad. Pero eso no es democracia.

¿Esa creencia religiosa se percibe en la polarización de las redes sociales? Sí, no sólo en España, también en otros países desarrollados de Europa y EE UU. Es terrible porque llegan a deterior las relaciones personales y provocan odio. Vuelve miserables a las personas y las convierte en soldados de una guerra en la que no se van a repartir el botín. Tenemos una sola vida y no la podemos gastar así.

La ideología hace que el creyente perdone todo a su líder, como pasaba en las antiguas castas sacerdotales

Ese es un sentimiento que quizá algunos percibieron cuando hace unos años, a pesar de los mensajes públicos, vieron a Iglesias, Arrimadas y Espinosa de los Monteros riendo y charlando juntos... Pero la gente ve eso y no se da cuenta de lo que supone, del calado que tiene, porque la ideología hace que el creyente perdone todo a su líder. Exactamente igual que lo que pasaba antiguamente con las castas sacerdotales.

Los líderes políticos Iván Espinosa de los Monteros (Vox), Pablo Iglesias (Undias Podemos) e Inés Arrimadas (Ciudadanos) han dejado una de las imágenes del día al dejarse ver juntos en una charla distendida y entre bromas, minutos antes de que arrancara el discurso de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet.

Entonces, ¿la tensión entre progresismo y conservadurismo ya no funciona? Hay que buscar nuevos motores para la historia, no puede seguir siendo el enfrentamiento. Eso implicaría que vivimos en sociedades marxistas. Soy pacifista y atea y no me lo creo. Creo que el enfrentamiento siempre es una desventaja, todo se puede hacer con cambios de mentalidad, que no ocurren porque la élite sabe que perdería sus privilegios. 

Hay que liberarse de las etiquetas, como facha o progre

¿Hay que ser apolítico entonces? Hay que liberarse de las etiquetas, como facha o progre. Los partidos deberían estar diseñados para gestionar. Hay que imponer los criterios de racionalidad y bien común, sin clientelismos. La ideología hoy es pura fachada para encubrir los desmanes del poder. 

El capitalismo, el mercantilismo que vivimos... ¿es también parte de esta religión? Todo es parte de la misma moneda. Todos quieren al ciudadano porque quieren tu fe, tu dinero o tu fidelidad. Las grandes corporaciones no quieren liberarte, ni comprenderte, te dan cuerda hasta que te ahogas. No se trata de quitar poder a unos u a otros, porque ya se lo reparten.

Los medios de comunicación son parte fundamental de esos credos ideológicos... Todos forman parte del negocio de la ideología: es un negocio para algunos y una ruina para los ciudadanos. Si tienes una postura radical, cuanto más te radicalizas, más fieles son tus seguidores. Los medios lo saben porque hay un constante fedback entre usuario y medio. Pero también hay mucha falsedad: lo vemos en lo más vendidos, lo más leído o los comentarios falsos de Amazon. Los medios están casi en quiebra y buscan su negocio. Y si para sobrevivir hay que radicalizar, lo harán.

¿Y la Educación? La actual educación no prepara, convierte en clientes. Antes se enseñaba con la frustración, el error, el esfuerzo... La educación es una catástrofe en España, porque refleja la falta de modernidad que hay en las élites. España tiene muchos complejos y eses es uno de ellos. Seguimos atados a delirantes teorías que solo provocan el empobrecimiento de los seres humanos.

¿Tiene solución esa situación?  El voto está tan fragmentado por esta situación y por la crisis económica. La gente ha sufrido mucho, entre la depresión que lo 'emputece' todo y la esclavitud ideología estamos así. Solo se podría resolver dando un hachazo gordiano. Si guardáramos las creencias y las ideologías para la vida personal. Así juzgaríamos a políticos y partidos en una medida algo más justa.

Angela Vallvey

angela vallvey

  • Poeta, novelista y autora de ensayos divulgativos, fue ganadora del Premio Nadal con Los estados carenciales en 2002 y finalista del Premio Planeta con Muerte entre poetas en 2008. También ha recibido galardones de poesía como el Ateneo de Sevilla y de periodismo como el Julio Camba, así como el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid en la categoría de Literatura (2019).

¿Dejar las ideas políticas para la esfera personal no tiene algo de contradictorio? ¿Por qué tienes que imponer tu visión del mundo en una sociedad como esta? ¿Por qué tengo que educar a mis hijos como me dices tú? ¿Por qué la ideología se cuela en los aspectos más íntimos? Y además, por la dirección de una minoría, como es ahora.

Eso quizá nos llevaría a hablar de feminismos, LGTBI... O como lo denomina despectivamente la derecha para despreciar las banderas de los otros, ideología de género. Entiendo que la discusión sobre feminismo es disparatada, ha llegado a extremos antológicos. Nadie está capacitado ni tiene la legalidad suficiente para decir a alguien lo que tienen que hacer con su cuerpo, su sexo o sus hijos. Estamos llegando a situaciones muy exageradas y cuando percibamos las consecuencias será tarde.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento