Los expertos aventuran que el volcán seguirá 'vivo' una temporada y dudan sobre el futuro avance de las coladas

Erupción del volcán de Cumbre Vieja en La Palma.
Erupción del volcán de Cumbre Vieja en La Palma.
EFE / Ángel Medina
Erupción del volcán de Cumbre Vieja en La Palma.

La espada de Damocles pende sobre las cabezas de los palmeros, mientras la historia se repite en la isla. En una jornada en la que las coladas se encuentran prácticamente detenidas, los vecinos de La Laguna contemplan impotentes y desconfiados cómo la columna de lava -ahora parada frente al colegio, que actúa como "muro" de contención en las inmediaciones de la iglesia- amenaza con continuar su camino y arrasarlo todo. Ya lo vieron en el barrio gemelo de Todoque, donde la lengua de fuego sepultó todo a su paso.

No es la primera vez que los palmeros ven cómo el volcán parece ofrecer una mínima tregua para después volver con un redoblado poder devastador. La mayor amenaza es ahora el gran aporte de lava en la parte superior de las coladas y la incertidumbre del rumbo que tomará la lengua: puede virar hacia el suroeste e integrarse en la columna que va hacia el mar o continuar hacia el noroeste, en la dirección de los barrios evacuados el miércoles (San Borondón, Marina Alta, Marina Baja, La Condesa y Las Martelas).

"El problema es la presión que hay detrás. Mientras mantengamos la emisión de lava que tenemos por la parte norte del cono, probablemente vamos a tener siempre una espada de Damocles sobre nosotros. En principio, deberemos evaluarlo y ver qué puede pasar en un futuro próximo. En virtud de ello, decidiremos qué hacer", ha explicado el director técnico del PEVOLCA, Miguel Ángel Morcuende, que ha descartado que las personas desalojadas puedan volver, por el momento, a sus casas.

La erupción durará una temporada

Si bien las coladas parecen haber detenido casi por completo su avance y los expertos han informado de una disminución de la sismicidad profunda, el volcán todavía no ha mostrado síntomas claros de debilitamiento y la investigadora del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) Juana Vegas ya ha avisado este viernes por la tarde de nueva actividad estromboliana del cono principal. Uno de los datos más negativos de la jornada en este sentido, que lleva a los científicos a pensar que la erupción podría prolongarse todavía durante un tiempo, es la abundante emisión de dióxido de azufre

"Mientras mantengamos la emisión de lava actual por la parte norte del cono, probablemente vamos a tener siempre una espada de Damocles sobre nosotros"

La directora del Observatorio Geofísico Nacional, Carmen López, ha detallado que las emisiones de este compuesto en la zona del penacho arrojó este jueves un valor de 28.745 toneladas, muy por encima de los días anteriores. Este dato no invita al optimismo, ya que la cifra debería oscilar entre las 100 y las 500 diarias para pensar en una remisión.

Respecto a la calidad del aire, que ha generado gran preocupación en días anteriores, no hay eventos significativos que puedan condicionarla, según ha explicado el director técnico del PEVOLCA. No obstante, sí han detectado "niveles importantes" de partículas en suspensión menores de diez micras, por lo que recomiendan el uso de mascarillas FFP2, obligatorias para personas con patologías. Sobre la columna de cenizas ha alcanzado en las últimas 24 horas los 2.800 metros y existe una baja probabilidad de afección a la operatividad en los aeropuertos.

También la previsión meteorológica lleva al optimismo, después de temer lo peor. Se esperan lluvias débiles hasta el domingo al norte y noreste de La Palma, con lo que, en principio, se evitarían las escorrentías provocadas por la unión del agua con las cenizas.

Hasta el momento, las coladas han arrasado 886,6 hectáreas, 20,5 en las últimas 24 horas, y ha destruido 2.122 edificaciones, mientras que amenaza a otras 137, según el sistema satelital Copernicus. Además, la anchura máxima entre ellas en la cota más baja continúa siendo de unos 2.900 metros. En cuanto a las personas albergadas, se sitúan en 415, una menos que ayer, de las cuales 359 están en el Hotel Princess de Fuencaliente y 56 en el Hotel Valle de Aridane de los Llanos.

Visita de Pedro Sánchez

Este es el escenario que encontrará este sábado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cuando visite La Palma por quinta vez para conocer sobre el terreno la evolución de la erupción. Viajará a la isla después de haber participado este viernes en la reunión del Consejo Europeo y antes de asistir el domingo en Mérida al Congreso del PSOE de Extremadura.

El líder del Ejecutivo acudió La Palma por primera vez el 19 de septiembre, el mismo día que comenzó la erupción, tras posponer un viaje a Nueva York. Regresó a la isla el 23 de ese mismo mes para acompañar a los reyes en su visita; volvió el 3 de octubre y la última vez que se desplazó hasta allí fue el pasado día 13.

En La Palma, Sánchez se ha reunido con las autoridades de la comunidad autónoma y de la isla, así como con representantes de los servicios de emergencia y con los ciudadanos afectados por la erupción.

Por su parte, la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, ha acudido este viernes a la isla, donde los ayuntamientos afectados le han pedido leyes, procedimientos administrativos y normas urbanísticas extraordinarias que permitan abreviar cualquier trámite en la reconstrucción.

También el rey Felipe VI ha trasladado este viernes su solidaridad y la de toda España a la población de La Palma en la ceremonia de entrega de los premios Princesa de Asturias. El monarca ha querido emplear unas de sus primeras palabras durante el discurso para recordar que las miradas siguen puestas en la isla, para cuyos habitantes ha tenido "un recuerdo muy especial, necesario, pero sobre todo muy sentido y cariñoso".

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