Barcelona estrena un nuevo eje verde peatonal en Marina y los vecinos temen que sea un imán de botellones

Plaza del nuevo eje verde creado entre las calles Almogàvers y Zamora, en el distrito de Sant Martí.
Plaza del nuevo eje verde creado entre las calles Almogàvers y Zamora, en el distrito de Sant Martí.
AJUNTAMENT DE BARCELONA
Plaza del nuevo eje verde creado entre las calles Almogàvers y Zamora, en el distrito de Sant Martí.

Barcelona estrena más espacio público dedicado al verde y a los peatones. Este miércoles, el Ayuntamiento ha presentado la transformación del primer tramo del que en 2023 será el futuro eje verde de Sant Martí, situado en las calles Almogàvers y Zamora. Además, en el cruce entre estas dos vías se ha creado una plaza donde “los vecinos y vecinas podrán caminar libremente y los niños y niñas podrán jugar”. Se trata de una actuación más del proyecto ‘Superilla Barcelona’, con el que el consistorio pretende convertir una de cada tres calles de la trama Cerdà -Eixample y Sant Martí- en ejes verdes para el 2030.

La teniente de alcaldía de Urbanismo, Janet Sanz, ha anunciado que esta actuación ha permitido ganar 14.000 metros cuadrados de espacio público donde ahora se prioriza “a los vecinos, al verde y a la movilidad sostenible”, y donde también se espera que se dinamice el comercio de proximidad.

Sanz también ha recordado que hasta hace poco la calle Almogàvers tenía “tres carriles de circulación y dos cordones de aparcamiento”, y que lo que este miércoles han presentado representa un cambio hacia “un espacio público del 2021”.

En cuanto al mobiliario urbano, se han colocado nuevos aparcamientos de bicicletas, nuevo alumbrado con farolas de columna vertical y papeleras, y se ha restaurado la fuente ubicada en Almogávares con Pamplona. En cuanto al verde, se han mantenido los árboles que había a los chaflanes y calles adyacentes y se han plantado nuevos árboles y arbustos, con su correspondiente red de riego. 

Por su parte, el concejal del distrito de Sant Martí, David Escudé, ha celebrado la actuación: “Estamos humanizando espacios que eran únicamente asfalto y oficina, y ahora estamos procurando que aquel asfalto y oficinas que continúan no sean los protagonistas. Llenamos toda esta parte del distrito de vida, de niños y niñas jugando con toda la tranquilidad. Es un tramos más de una carrera de fondo, en la que tenemos que llegar hasta el final”.

Preocupación por los botellones

No obstante, comerciantes de los alrededores de la nueva plaza del cruce Almogàvers y Zamora han mostrado su preocupación porque creen que podrían atraer actos incívicos como botellones, al ser preguntados por los medios. De hecho, cabe tener en cuenta que el nuevo eje verde se encuentra en la zona del "triángulo golfo" de Marina, donde abundan los locales de ocio nocturno, que ya pueden abrir hasta altas horas de la madrugada. 

Antes de la pandemia, este ya era un punto donde habitualmente se concentraba una gran cantidad de personas en la calle por la noche, y con la peatonalización del eje Almogàvers-Zamora los vecinos sospechan que podrían darse episodios de incivismo que dificultarían el descanso y la convivencia. 

Al ser preguntado por este asunto, Escudé ha defendido la transformación: “Lo que no haremos es dejar de mejorar las calles por miedo a los botellones, que se tienen que combatir con otros herramientas como la del civismo y la seguridad”, y ha anunciado que se aumentará la presencia de efectivos policiales durante la noche en esta zona “para evitar estas situaciones”. 

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