Al final todo depende de cómo cada cual se sienta. Aunque el alcohol esté prohibido y ya haya que usar bastón en ciertos eventos, si alguien dice que sigue siendo joven, así se tengan 95 años, es complicado hacerle cambiar de opinión. Nos referimos a la reina Isabel II de Inglaterra, que no crea que merezca el premio a Viejita del Año.

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La revista The Oldie, que se define a sí misma como una publicación que pretende ser una alternativa "desenfadada" a la prensa "obsesionada con la juventud y las celebrities", ha anunciado que había decidido otorgar su premio de 2021 a "Oldie of the Year" ("Viejito/a del Año") a la monarca... pero esta lo ha rechazado.

El secretario de la soberana, que lleva siete décadas en el trono de Reino Unido, ha explicado que la matriarca de los Windsor ha decidido declinar el ofrecimiento de la revista al Palacio de Buckingham de que ella sea la galardonada de esta edición de un premio reservado para los mayores adultos. "Su majestad cree que eres tan viejo como te sientes", han explicado desde fuentes de la familia real británica.

The Oldie ha publicado en sus redes sociales la propuesta que le hicieron a la soberana y cómo el 21 de agosto, en una carta remitida desde la residencia de verano de Isabel II, el palacio de Balmoral, en Escocia, rechazaron el premio. La misiva, oficial, venía firmada por su secretario privado adjunto Tom Laing-Baker. Según se puede leer, la reina "no cree cumplir los criterios para aceptar [el premio]".

La extrañeza no proviene tanto de que la monarca, que los últimos meses los ha pasado con menos apariciones públicas y confinada en varias ocasiones en el castillo de Windsor, a unos 40 kilómetros al oeste de Londres, sino de que su marido, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, sí que aceptó el galardón.

Fue en 2011, poco después de que cumpliese los 90 años (hay que recordar que falleció este mismo año, a pocos meses de soplar las 100 velas). En aquel entonces, además, envió un mensaje de agradecimiento que hacía honor a su particular sentido del humor. "No hay nada mejor para la moral como que te recuerden que los años pasan y que esta vieja carcasa empieza a desmoronarse. Pero sí que es bonito que se acuerden de uno", escribió.