Los sospechosos habrían sustraído unos 150 euros en efectivo, además de agredir al taxista, que tuvo que ser trasladado al Hospital La Fe de València a causa de las lesiones, según ha informado la Policía Nacional en un comunicado.

Los hechos ocurrieron sobre las cuatro de la madrugada, cuando una agente franca de la Policía Nacional de servicio que se encontraba en su domicilio escuchó unos gritos que provenían de la calle. Al asomarse, vio cómo dos hombres estaban agrediendo a un tercero, por lo que rápidamente dio aviso a la sala del 091 que envió dotaciones al lugar.

Una vez en el lugar de los hechos, los policías comprobaron que el hombre agredido era un taxista que se encontraba realizando una carrera con dos clientes. En un momento dado, uno de ellos comenzó a propinarle golpes en la cabeza con una herramienta que el propio taxista llevaba debajo de uno de los asientos.

La agresión comenzó en las inmediaciones del cementerio de Benimàmet y el taxista continuó conduciendo hasta que pudo detener el vehículo y salir huyendo, mientras los agresores arrancaban la caja de la recaudación y se marchaban con las llaves del taxi.

ROBO

Horas después, casualmente al poco de entrar en servicio de patrulla, la misma agente que había presenciado la agresión, junto con otro compañero, fueron requeridos por un hombre en estado de gran nerviosismo que les manifestó haber sido víctima de un intento de robo cuando, al parecer, dos varones le habían seguido desde un cajero automático donde acababa de retirar dinero.

Presuntamente, estos hombres se habrían acercado a él exigiéndole que les diera la bandolera que portaba, a la vez que le zarandeaban y se la intentaban arrebatar. Los ahora detenidos cesaron en su intento cuando comenzó la víctima del robo comenzó a gritar para pedir auxilio y logró huir hasta encontrarse con la patrulla.

Los policías dieron una batida por la zona hasta que localizaron en la calle Mendizábal de Burjassot a dos hombres que encajaban con la descripción facilitada de los agresores. Tras identificarlos, pudieron comprobar cómo presentaban escoriaciones en sus manos y rastros de lo que podría ser sangre en la zapatilla de uno de ellos. Ambos manifestaron a los agentes que llevaban toda la noche de fiesta por esa zona y que no disponían de dinero para volver a sus domicilios.

Tras varias investigaciones y comprobaciones, los agentes detuvieron a los sospechosos como presuntos autores de dos robos con violencia siendo uno en grado de tentativa. Los detenidos, con antecedentes policiales, han pasado a disposición judicial, que ha decretado prisión provisional para ambos.