Uno de los temas clave en la erupción del volcán Cumbre Vieja en la isla de La Palma es sobre los terrenos devorados por la gran colada de lava: ¿Qué va a ser de ellos? ¿Se podrá retirar la lava solidificada? ¿Esos terrenos edificables o cultivables? ¿Qué pasará con la parte del mar que está recibiendo la lava?
Para empezar, hay que aclarar qué es el malpaís. Este nombre lo recibe el terreno que queda después de que la colada de lava, solidificada con los meses una vez la erupción acabe.
El geólogo Juan Ramón Jiménez explica a 20minutos.es que “lo que hay por debajo de la colada está quemado a mil grados durante el tiempo que dure la erupción". Por lo tanto, esta tierra "sufre una transformación, y el daño que se ha producido es enorme", añade.
"Hay pocas zonas recuperables debajo de un malpaís”, augura Juan Ramón. La colada, de varios metros de altura, tardará meses en secar. "Lo de recuperar terreno de las personas, o para que sea edificable, es casi inviable”.
El drama de los cultivos: casi 100 hectáreas arrasadas
Sin duda, lo que más se ha visto afectado por la gran colada de lava han sido los cultivos. La superficie afectada por las coladas es casi de 422 hectáreas, y la superficie total afectada de cultivos es de 93,4 hectáreas.
Las plantaciones plataneras han sido las más afectadas, con un total de 35,6 hectáreas, otras 32,9 hectáreas de viña y 6,7 de aguacates, según datos aportados por Miguel Ángel Morcuende, director técnico de PEVOLCA.
En proporción, la viña es el cultivo que más se ha visto afectado en relación con la densidad del cultivo. Aunque las hectáreas afectadas de plátano y viña son similares, el plátano se cultiva más del triple que la uva en la isla. Este cultivo supone el 33% de la producción total del plátano de Canarias, y el 50% del PIB de la isla.
“Hay terrenos que se volverán totalmente no cultivables. El picón (o lapilli), algo más grande que la ceniza, es muy agresivo y araña, por ejemplo, al caer a los plátanos", explica Juan Ramón. "Hay que soplarlo bien sin restregar, porque si no los destroza".
Para conocer el efecto de la ceniza que riega los terrenos se ha puesto en marcha un estudio en la isla en el que se compararán los resultados de un cultivo con la tierra afectada por esta ceniza con un cultivo habitual.
Manuel Nogales, delegado del CSIC en Canarias, explica que el proyecto pretende "usar plantas de desarrollo rápido. Haremos cultivos con tomates, lechugas y zanahorias para tener una idea del antes y después, para saber qué incorpora a la planta".
También se medirán los ratios de crecimiento de los cultivos. "Así, conoceremos el comportamiento de la ceniza, aunque ya sabemos por otros casos que aparentemente le suele ir bastante bien, pero nunca se ha medido", explica. "Hay experiencias, pero no se ha monitorizado nunca como se está haciendo ahora".
Cómo los animales conviven con el volcán
La colada de lava llegó al mar nueve días después de que comenzara la erupción. Por lo tanto, el efecto del volcán también se puede ver en la biodiversidad marina de la zona.
Manuel explica que “pasarán unos dos años en los que la pesca bajará, y la biodiversidad también". "Luego se recuperará e incluso la ceniza hará que en algunas zonas mejor se puede tener un ecosistema incluso más biodiverso que antes del volcán”, añade.
Juan Ramón cuenta que "la isla baja que se ha formado creará otros tipos de vida en sus bordes. Va a haber cambios en los límites de la costa, a nivel terrestre y marino".
Esto es porque, con la colada en el mar, "cambia la morfología de la costa y todo el ecosistema". Pero qué uso se le dé a esto "depende de la administración, viene especificado en las leyes, no como hace años”, cuenta el geólogo.
Pero el ecosistema marino no ha sido el único perjudicado. En tierra, donde más está afectando el volcán, la fauna se está viendo en aprietos para convivir con esta situación, permanentemente cambiante.
“En la primera semana ocurrió una cosa con la fauna, y ahora, otra", señala Manuel. "Al principio los animales estaban muy aturdidos, te podías acercar más de lo normal porque no se espantaban. Ahora están recuperando su comportamiento previo al volcán", reflexiona.
Los lagartos, puntualiza el biólogo, están sufriendo bastante, "porque tienden a esconderse y cuando avanza la lava muchos fallecen por el calor y la falta de oxígeno". Son, sin embargo, pero los animales más pequeños los que consiguen escapar un poco más.
"Los pájaros huyen mucho mejor, aunque los más pequeños mantienen los territorios hasta la última hora para evitar competencia con sus aves vecinas al entrar en sus territorios", explica el experto. "Pero las aves en general se han adaptado muy rápido a convivir con el volcán"
Señala que uno de los puntos clave son los insectos. "Con los primeros datos, estamos viendo que la zona está muy empobrecida, lo que afectará a los animales que se alimentan de ellos, como los murciélagos".
El futuro de la isla
El geólogo cree que “debería haber un plan de restauración para intentar recuperar las zonas óptimas". Además, se podría aprovechar para poner "alguna instalación científica o un centro de visitas".
En otros lugares en los que ha ocurrido algo similar "se han puesto invernaderos, se han construido edificios públicos… En algunos hasta se han creado piscinas naturales, como en El Hierro”.
Aun así, el ejemplo no es "comparable": "En el Hierro fue diferente, porque la erupción fue submarina. Lo que provocó fueron daños subacuáticos".
En definitiva, ambos expertos coinciden en una cosa: todavía es pronto, y todo lo que se puede hacer es especular. “No sabemos la magnitud final de todo esto", concluye Manuel.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios