Es el primer estudio que analiza todos los estudios empíricos y de prevalencia publicados en inglés y castellano sobre nomofobia. Ha sido publicado por la revista PLOS ONE, indexada en JCR (Q2).

Se trata de una revisión sistemática de 108 artículos publicados en bases de datos científicas internacionales, que abordan la nomofobia desde una perspectiva psicológica y ofrecen datos cuantitativos sobre la prevalencia. Pretende mostrar si existen diferencias de género y edad, de forma que sea posible identificar factores de riesgo y comprobar si estas diferencias se dan a nivel mundial.

Este trabajo aporta a los estudiosos de esta problemática una serie de guías y pautas comunes para sistematizar y orientar futuras investigaciones, evitando así la heterogeneidad de datos, que según se aprecia es excepcionalmente alta.

"La Nomofobia (NoMobilePhobia) es el miedo a separarse del teléfono móvil y a perder la conexión con internet y todo lo que ello posibilita: acceso a nuestros contactos personales, al trabajo, a la actualidad, a las redes sociales, etc. Desde que se acuñó esta fobia social en el 2008, se ha hecho una cantidad ingente de investigaciones sobre su prevalencia. Sin embargo, también se han generado resultados contradictorios sobre la forma de evaluar, medir y concluir qué grupos tienen una mayor propensión a padecer este problema. Este trabajo de revisión sistemática constituye un esfuerzo por ver la gran foto", afirman las profesoras de UNIR Ana León Mejía y Mónica Gutiérrez Ortega, autoras del estudio.

También participan en la investigación Joaquín González Cabrera, profesor de UNIR, e Isabel Serrano Pintado, de la Universidad de Salamanca.

DISPARIDAD METODOLÓGICA

Pese a las diferencias en los criterios de evaluación que muestran las investigaciones analizadas, se ha podido extraer que las mujeres y los individuos jóvenes son los colectivos de mayor riesgo a padecer este miedo irracional a separarse del móvil.

La disparidad en la notificación de la prevalencia de la nomofobia es enorme, ya que los porcentajes de personas en riesgo van del 13 por ciento al 79 por ciento y los que la padecen entre un 6 por ciento y un 73 por ciento. Dentro del grupo de nomofóbicos, los casos moderados oscilan entre el 25,7 por ciento y el 73,3 por ciento, y los casos severos, entre el 1 por ciento y el 87 por ciento.

Esta revisión sistemática ha detectado, además, que existe confusión conceptual en este campo de investigación, ya que la nomofobia a menudo se equipara con la adición móvil a pesar de ser dos constructos diferentes (aunque relacionados) que surgieron en torno al uso problemático de los teléfonos inteligentes.

NIÑOS Y PREADOLESCENTES

Asimismo, aunque constata la existencia de diferencias de género y edad, señalando a las mujeres y los jóvenes como los grupos más vulnerables, el trabajo llama la atención sobre la necesidad de profundizar en el conocimiento de cómo afecta esta problemática a los distintos grupos de población, en especial a los menores.

Hay sustancialmente menos estudios realizados con niños y preadolescentes, un aspecto que preocupa en tanto que la edad en la que se tiene un teléfono móvil por primera vez está disminuyendo. Además, diversos trabajos han informado que este problema afecta a uno de cada cuatro niños y jóvenes.

En este estudio se señala que la investigación sobre la nomofobia debe contribuir al debate sobre la frecuencia, intensidad y consecuencias nocivas de esta fobia entre los más jóvenes.

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