A FONDO: Los botellones y actos vandálicos en Barcelona ¿son un fenómeno de la Mercè 2021?

Una multitud de personas se concentran en la calle en Barcelona en el el primer día de las fiestas de la Mercè.
Una multitud de personas se concentran en la calle en Barcelona en el el primer día de las fiestas de la Mercè.
EUROPA PRESS
Una multitud de personas se concentran en la calle en Barcelona en el el primer día de las fiestas de la Mercè.

Los macrobotellones, las agresiones y los actos vandálicos llevados a cabo en Barcelona durante las fiestas de La Mercè celebradas el fin de semana se eleva a 66, 19 de ellos menores de edad, según los últimos datos actualizados por los Mossos d'Esquadra.

Las detenciones, que se practicaron entre la noche del viernes y el domingo, están relacionadas con los actos vandálicos y enfrentamientos desatados en dos botellones que reunieron a miles de jóvenes en la plaza Espanya y sus aledaños y en las playas de Barcelona.

Los 19 menores arrestados han quedado en libertad tras ser puestos a disposición de la Fiscalía de Menores y también se dejó sin efecto la detención de 13 de adultos, a la espera de acudir al juzgado cuando sean requeridos. 

El teniente de alcaldía de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, ha asegurado este lunes que el macrobotellón que concentró a 40.000 personas en la plaza España de la ciudad y que acabó con graves disturbios y destrozos en el Palacio de Congresos de Fira "fue una sorpresa" y que, aunque no se podía excluir, hasta ahora no se habían producido situaciones de "tal violencia extrema" en la capital catalana.

Eso sí, pese a que los destrozos ocasionados principalmente durante la noche del viernes no tienen precedentes en las fiestas de La Mercè, sí se han producido botellones y altercados en las celebraciones de años anteriores. En 2006, por ejemplo, los medios de comunicación ya se hacían eco de estas prácticas.

El alcalde de Barcelona en aquel momento, Jordi Hereu (PSC), admitió entonces la dificultad de erradicar los botellones durante la Fiesta Mayor pese a la labor que llevó a cabo aquel año la Guardia Urbana, que requisó miles de bebidas de 'lateros' ambulantes.

Estas concentraciones sucedieron aquel año y posteriores también en algunas plazas de la ciudad y en el Fòrum, donde tenían lugar grandes conciertos, y los participantes lo justificaban con los impopulares precios de las bebidas en los bares, que alcanzaban los seis euros por una cerveza. 

Precisamente en el Fòrum se produjeron disturbios en La Mercè del año siguiente, en 2007, cuando varias personas se negaron a desalojar la zona y lanzaron objetos contra la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra, unos enfrentamientos que acabaron con cuatro agentes heridos, además de daño en el mobiliario urbano y en algunos coches y malestar entre los vecinos.

Más adelante, en las fiestas de 2013 -ya con Xavier Trias (CiU) como alcalde de la ciudad- los vecinos de la zona del Fòrum se quejaron de nuevo de las molestias ocasionadas por los botellones. Y es que, como en el recinto no estaba permitida la entrada de bebidas, los accesos a la zona de conciertos se llenaron de botellas de cristal. Además, varios grupos hicieron botellón en las calles aledañas, cerca de las viviendas.

Así, los los botellones y las molestias que acarrean se han sucedido durante las fiestas de La Mercè, aunque lejos de lo ocurrido este fin de semana, en el que además de graves destrozos y saqueos, algunas personas han quemado vehículos y mobiliario urbano. En este sentido, el director general de los Mossos d’Esquadra, Pere Ferrer, explicó que quienes cometen estos actos son grupos pequeños de "delincuentes".

Disturbios y actos vandálicos en protestas

Esta clase de disturbios, sin embargo, sí han ocurrido con anterioridad en la ciudad, pero en el marco de protestas y no de la Fiesta Mayor. Los incidentes de estas características más recientes tuvieron lugar durante las protestas por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel el pasado febrero, donde una manifestante perdió un ojo por el impacto de una bala de 'foam' de los Mossos .

Durante las manifestaciones, que duraron cerca de dos semanas, se produjeron quemas de contenedores -en total, 300-, daños en el pavimento, saqueos y la quema de un furgón de la Guardia Urbana. El Ayuntamiento de Barcelona cifró en 1,1 millones de euros el coste de los daños públicos provocados por estos altercados, que terminaron con 40 detenidos y 150 identificados, según el balance final del consistorio.

Anteriormente, Barcelona vivió otra oleada de protestas de estas características en otoño de 2019, tras la sentencia del Tribunal Supremo en relación a los políticos independentistas condenados por el referéndum del 1 de octubre de 2017. En aquel entonces, la policía detuvo a casi 200 personas en toda Cataluña.

Los altercados duraron una semana y, en una de las noches, se produjo una gran barricada incendiada en la plaza Urquinaona de la ciudad. Tras los daños causados en el mobiliario urbano, como contenedores -el Ayuntamiento calcula que ardieron más de 1.000-, pavimento, semáforos, farolas o el servicio municipal de bicicletas, el consistorio cifró en 2,5 millones de euros el coste de los disturbios.

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