La Comunidad de Madrid busca vacunar a inmigrantes irregulares y personas sin techo para ampliar la inmunidad

  • Sanidad lanza una campaña en cinco idiomas para acercar la vacunación a los colectivos de difícil localización.
  • Más de 50.000 personas de grupos vulnerables, como migrantes, sinhogar o toxicómanos, han sido vacunadas ya.
Imagen de archivo de la campaña de vacunación en el centro de acogida para personas sin hogar San Isidro.
Imagen de archivo de la campaña de vacunación en el centro de acogida para personas sin hogar San Isidro.
A. Perez Meca/ EP
Imagen de archivo de la campaña de vacunación en el centro de acogida para personas sin hogar San Isidro.

Lograr vencer a la Covid-19 pasa, en gran medida, por conseguir la inmunidad frente al virus con las vacunas. La Comunidad de Madrid ya ha superado el 84% de población diana (mayores de 12 años) con la pauta completa y trabaja para superar el 90% cuanto antes. Llegar a ese hito pasa, en parte, por conseguir vacunar a la población vulnerable que, de alguna forma, está fuera del sistema: población inmigrante en situación administrativa irregular, personas sin hogar o aquellos que sufren la adicción a las drogas figuran entre los colectivos a los que resulta más difícil acceder. 

Para tratar de acercarse más a ellos, la Consejería de Sanidad ha lanzado una campaña de concienciación específica. El objetivo es vencer el simple desconocimiento o algunos temores que puedan tener estas personas para acudir a un punto de vacunación, como el miedo a acudir al médico por si les detienen al estar en situación irregular. 

En centros de salud, hospitales, parroquias o centros de atención a toxicómanos, entre otras instituciones y establecimientos, se están distribuyendo estos días cientos de carteles en castellano, inglés, francés, chino y árabe para llevar la campaña de inmunización a estos colectivos de difícil localización. También se está trabajando de forma estrecha con las organizaciones que les atienden habitualmente, como Cáritas o Cruz Roja, para transmitir un mensaje de seguridad y de necesidad de recibir las dosis contra la Covid-19.

Cartel en varios idiomas que se está distribuyendo en la Comunidad de Madrid para animar a la vacunación.
Cartel en varios idiomas que se está distribuyendo en la Comunidad de Madrid para animar a la vacunación.
Comunidad de Madrid

Desde que se empezó a vacunar, la Consejería de Sanidad calcula que ya ha vacunado con la pauta completa a 50.000 personas de estos grupos en centros de salud, a través de dispositivos de Cruz Roja o en los grandes puntos de vacunación. Es complicado estimar cuántas personas residentes en Madrid quedan por vacunar, porque muchas de ellas no figuran en ningún registro. 

"Queremos transmitir que la vacunación es segura para todos", destaca Dolores Moreno, viceconsejera de Humanización Sanitaria. "Aunque no se tenga DNI o tarjeta sanitaria, y se esté en situación administrativa irregular, cualquiera que sea la situación, si se vive en la Comunidad de Madrid tenemos que vacunarnos todos: como responsabilidad individual de cada uno y también hacia la sociedad en su conjunto", agrega Moreno. 

La viceconsejera recuerda que para vacunarse no se necesita cita previa y que hay distintos puntos de administración de dosis y algunos, como el Wizink o el Zendal, están abiertos las 24 horas el día. Con cualquier documento que acredite la identidad, sea esta una documentación española o extranjera, se puede acudir a vacunarse. La responsable de Humanización Sanitaria incide en un aspecto muy importante que todas las personas que se vacunen, y especialmente aquellas que estén situación administrativa irregular, deben saber que el uso de los datos que se faciliten para la vacunación van a ser usados con un fin exclusivamente sanitario. 

"No se comparten datos con ningún otro organismo", inciden fuentes de Sanidad, que explican que la necesidad de recoger el nombre de la persona vacunada y una serie de datos, como el lote del fármaco o la fecha y hora de inoculación de las dosis, es preceptivo para avisar de la segunda dosis, por ejemplo, o por si hubiera una reacción adversa a la vacuna que necesitara de atención. 

Las diferencias culturales y el idioma son, a juicio de las asociaciones que trabajan a diario con migrantes residentes en la región, las principales barreras a salvar para acercar la vacuna contra la Covid-19 a los colectivos más vulnerables. Con la distribución de carteles en distintos idiomas y con un lenguaje sencillo e iconográfico, el Ejecutivo autonómico confía en ser capaz de vencer estos obstáculos y acercar la vacunación a estas personas. 

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