Si por algo se ha caracterizado el activismo feminista de Rose McGowan es por no tener miedo de dar nombres, como en su momento el de los abusos sexuales a los que la sometió Harvey Weinstein; de apuntar a toda aquella persona que, en su opinión, hacen flaco favor al movimiento (hasta a su excompañera de reparto en Embrujadas, Alyssa Milano); y, al fin y al cabo, por no tener en su diccionario la palabra callarse cuando se trata de hablar de injusticias contra las mujeres. La última afectada por sus palabras, Oprah Winfrey.

Rose McGowan aplaude a las españolas que salieron a manifestarse en el 8-M: "¡Sí, mujeres de España!"

La actriz, que este pasado domingo cumplía 47 años, ha decidido celebrar su cumpleaños repartiendo regalos en lugar de recibiéndolos y la famosísima presentadora y productora norteamericana ha sido quien se ha llevado las críticas más duras, no ya por su imagen dentro de Estados Unidos (donde es una de las personalidades más queridas y admiradas), sino también por ser una adalid del progresismo, algo que McGowan ve irónico si se analizan sus actos.

En su perfil de Twitter, donde cuenta con casi un millón de seguidores, la protagonista de Planet Terror ha arremetido contra Oprah utilizando una de las imágenes que en los últimos tiempos más han usado otros detractores de la también actriz y filántropa: besando en la mejilla a Harvey Weinstein en un claro gesto de complicidad entre ambos en los Critics’ Choice Movie Awards de 2014.

"Me alegra que cada vez haya más gente que ha empezado a ver el lado oscuro de Oprah. Me encantaría que fuera una mujer auténtica, pero no lo es. Ha pasado de ser amiga de Weinstein a abandonar y destrozar a las víctimas de Russell Simmons", ha escrito McGowan, haciendo referencia no solo al productor de cine sino a otro empresario (magnate musical y de moda deportiva, también referente de la comunidad afroamericana) que ha recibido, dentro del movimiento #MeToo, más de una docena de acusaciones de violación y abusos sexuales por parte de compañeras de trabajo desde noviembre de 2017.

"Siempre ha apoyado y defendido una estructura de poder viciada y tóxica para su beneficio personal. Es tan falsa como podrías esperar de alguien de su calaña", ha terminado asegurando la intérprete, que ha dejado claro lo que opina de Oprah con un llamativo hashtag: #lizard. Es decir, lagarto o lagatija.

Estas acusaciones de McGowan llegan a raíz de dos sucesos recientes: el primero es un vídeo viral que recoge una entrevista de varios años atrás (cuando Oprah tenía su célebre programa matinal) a Dolly Parton y en el que la presentadora no solo bromea con las operaciones estéticas de su invitada sino que resta importancia a la depresión que había sufrido la cantante.

El segundo es más controvertido: Oprah Winfrey iba a realizar un documental sobre el susodicho Russell Simmons, dándole altavoz a todas esas mujeres que lo han acusado (y que él ha admitido como "conducta inapropiada"). Sin embargo, a primeros de este año decidió renunciar a su papel como productora ejecutiva de este. "Hay mucho trabajo por hacer en la película para sacar a la luz todo el alcance de lo que las víctimas soportaron, y ha quedado claro que los cineastas y yo no estamos en la misma sintonía de esa visión creativa", explicó. i que decir tiene que esto se ha visto como una defensa no solo de Simmons sino de sus propios intereses.