Biden emula a Bush y los civiles pagan la factura: vencedores y vencidos del caos en Afganistán

El presidente de EE UU, Joe Biden, durante una comparecencia en la Casa Blanca para informar sobre la situación en Afganistán.
El presidente de EE UU, Joe Biden, durante una comparecencia en la Casa Blanca para informar sobre la situación en Afganistán.
EFE / EPA / Chris Kleponis
El presidente de EE UU, Joe Biden, durante una comparecencia en la Casa Blanca para informar sobre la situación en Afganistán.

Pocas veces se recuerda un caos tan rápido como el que se ha generado en Afganistán en las últimas semanas y meses. Los talibanes avanzaron y a la comunidad internacional no le dio tiempo a reaccionar, o no estaba preparada para hacerlo. Lo cierto es que el país está sumido en la desesperación ciudadana y el castillo de naipes se terminó por derrumbar con un doble atentado que ha dejado decenas de muertos y cientos de heridos, justo en el momento clave de las evacuaciones por parte de la coalición internacional. Esa labor ya toca a su fin y conviene preguntarse quién gana y quién pierde en esta guerra, que es en lo que se ha convertido.

Los talibanes ganan terreno e ISIS ve su oportunidad

Son los verdaderos vencedores en medio del caos. Los talibanes aprovecharon un contexto favorable para volver al poder, que habían perdido en el 2001 precisamente tras la llegada de Estados Unidos. A medida que se confirmaba la retirada de tropas estadounidenses el grupo avanzaba por todo el país ante un ejército afgano que a pesar de estar entrenado por Washington iba claudicando fruto, mitad y mitad, por la corrupción y por la incapacidad.

Los talibanes habían negociado con la Administración Trump esa retirada y una especie de paz que, por supuesto, no existe. Llegaron a Kabul y trataron de dar una imagen de modernización, pero quizás eso se quede solo en palabras, pues paralelamente ya se había iniciado la persecución contra colaboradores, cuyas puertas se marcaban, civiles y sobre todo mujeres y niñas, los colectivos que están en la diana de los extremistas.

Pero los talibanes todavía no controlan el país. Han dejado espacio que por ejemplo terminó aprovechando un enemigo como el ISIS. El Estado Islámico, a través de su escisión afgana, el ISIS-K, perpetró un doble atentado en los aledaños del aeropuerto de Kabul. Cientos de heridos y cifras de muertos que todavía no son cerradas. Esos ataques dejan una duda: ¿podrán los grupos terroristas ver en los talibanes ya no unos socios, pero sí a quienes les abren la puerta de perpetrar más ataques? Si tenemos en cuenta que el grupo talibán y el Estado Islámico son reconocidos rivales, el escenario de conflicto puede complicarse muchísimo con el tiempo.

La sociedad civil paga el mayor peaje

En la complejísima situación en Afganistán hay unos perdedores innegables, que son siempre los que más pierden en situaciones como esta: la sociedad civil. Los aledaños del aeropuerto de la capital se llenaron de gente que buscaba escapar del desastre, pero muchos han quedado atrapados a merced de los talibanes. Mujeres y niñas están en el foco y no hay pruebas fiables de que el nuevo Gobierno vaya a cesar en el acoso y en la marginación. En el machismo, al fin y al cabo. 

Los talibanes cuentan, según las ONG, con hasta 29 normas para limitar la vida pública y privada de las mujeres, y además otras 19 'leyes' para la sociedad en general. No cumplir con estas premisas conlleva castigos excesivos y hasta la lapidación en el caso más extremo. Las organizaciones internacionales vienen alertando de dar prioridad a la evacuación de los colectivos más vulnerables, pero es imposible abarcar todas las necesidades dado el control que han desplegado los talibanes.

Biden, como Bush el 11-S

¿Y las culpas? A Estados Unidos por lo mal que ha gestionado una retirada que ya estaba pactada, pero que se ha hecho de la peor manera. Para muchos expertos, la Casa Blanca ha abandonado a la población afgana. Y Joe Biden tuvo su reacción más firme tras el doble atentado en Kabul, con un tono que bien pudo recordar al del discurso de George W. Bush pocas horas después del 11-S. "No os vamos a perdonar, os vamos a encontrar", dijo Biden en una comparecencia, dirigiéndose a los culpables de los atentados de este jueves. Y aseguró que su misión "sigue" en la lucha contra el terrorismo.

Estados Unidos se ha convertido en el gran derrotado de este caos, no solo por la situación generada en Afganistán, con evidentes fallos a la hora de preparar al ejército afgano para que frenase a los talibanes, sino también desde el punto de vista geopolítico. Parece que el liderazgo de Washington se ha terminado, arrastrando a sus aliados, y esa oportunidad pueden aprovecharla Rusia y China. Moscú y Pekín están dispuestos a entablar relaciones con los talibanes. Resumiendo mucho, Xi ve una ventana de oportunidad desde el punto de vista comercial y de influencia, y Putin en términos de cómo desgastar precisamente el poder de EE UU.

España lidera y la UE pide más autonomía

Estados Unidos ha arrastrado inevitablemente a sus aliados de la OTAN, pero España ha tenido un papel fundamental en las evacuaciones. Madrid ha servido como punto de llegada de los colaboradores de la UE y el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró que el Ejecutivo "no se va a desentender" de los afganos que han quedado atrás y no han podido ser repatriados, prometiendo que se buscarán vías para ayudarles a abandonar su país pero sin entrar en detalles. Sánchez celebró el "éxito" del operativo, que ha permitido evacuar a más de 2.200 afganos, aunque calificó de "fracaso" internacional la retirada.

Además, el líder del Ejecutivo lanzó un mensaje de cara al futuro. "No vamos a dejar solo al pueblo afgano. Hemos cumplido una primera misión, pero no es la última. Hago un llamamiento a la UE para actuar conjuntamente. Debemos ocuparnos de los refugiados y, singularmente, de las refugiadas. Y debemos hacerlo unidos. Hay mucha tarea por delante", sostuvo. Pero la UE de momento no tiene ese tema encima de la mesa.

Lo que si pide es más autonomía, precisamente para no ser "súbditos de EE UU", en palabras del Alto Representante, Josep Borrell. "Tenemos que poder actuar por nuestra cuenta", dijo, dejando la puerta abierta a la creación de un ejército europeo. En todo caso, es una opción casi imposible porque exige una unanimidad que no se da. Hay Estados miembros que son partidarios de su creación para ganar en "Defensa europea", como son Francia o Alemania. En cambio, otros como Hungría o Portugal prefieren seguir de la mano de la OTAN. En todo caso, parece que la UE tiene que reformularse en materia militar tras lo sucedido en Afganistán que, por supuesto, no ha terminado.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento