El Gobierno afgano se prepara para hacer frente a la imparable ofensiva talibán

Los taliban entrando en Kandahar.
Los taliban entrando en Kandahar.
EFE
Los taliban entrando en Kandahar.

El Presidente de Afganistán, Ashrasf Ghani, subrayó este sábado la necesidad de hacer frente a la gran ofensiva talibán, que en poco más de una semana ha logrado el control de 23 de las 34 capitales de provincia afganas, el mayor avance en dos décadas de guerra que ha disparado las alertas sobre la posible caída de Kabul.

En un discurso televisado, Ghani aseguró que la "máxima prioridad" del Gobierno afgano reside en la movilización de las fuerzas de seguridad para lograr detener la captura de más capitales regionales en el país.

"Bajo la situación actual, la movilización de las fuerzas de seguridad es nuestra máxima prioridad y se están tomando las medidas necesarias para este propósito", apuntó Ghani.

Este anuncio del presidente se produce ante un panorama desolador, después de que muchas de las tropas afganas se rindieran o huyeran de los territorios conquistados por los talibanes, en algunos casos sin oponer resistencia.

Ghani dijo además que comprende la inquietud de los ciudadanos afganos sobre su "futuro y presente" en el país, y agregó que está tratando de prevenir una mayor "inestabilidad, violencia y desplazamiento de gente" a través de "amplias consultas" que ha iniciado en estos días con "líderes políticos y socios internacionales" y de las que pronto informará de los avances.

Asimismo, prometió que no permitirá que esta "guerra impuesta cause más muertes de personas inocentes, la destrucción de las infraestructuras del país y la pérdida de los logros alcanzados durante los últimos veinte años", sentenció.

Las palabras de Ghani se producen después de que esta semana el presidente del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional de Afganistán, Abdullah Abdullah, se reuniese en Doha con delegaciones internacionales en busca de una salida dialogada al conflicto.

Durante esos encuentros, la delegación del Gobierno afgano llegó a proponer supuestamente compartir el poder del país con los insurgentes, una propuesta que los talibanes negaron que hubiesen recibido. Para Abdullah, la estrategia de los insurgentes es clara: "No quieren la paz y tienen la intención de capturar Kabul".

Los talibán se hacen 23 capitales en una semana

Mientras Ghani pronunciaba su discurso, los talibanes hacían pública la conquista de su vigésima capital de provincia: Asadabad, capital de la región oriental de Kunar. La conquista se produjo después de que "el cuartel general de inteligencia y todos sus anexos" quedasen bajo el control de los muyahidines, aseguraron.

Poco después, los talibanes se hacían con el control de la capital regional de Paktika, Sharana, que también fue entregada de manera pacífica y sin "disparar una bala", según reveló el diputado por de esta provincia en la Cámara Baja del Parlamento nacional, Khalid Asad.

Horas más tarde, se unieron tres capturas más: la noroccidental Maymana, la oriental Mehtarlam, y la norteña Mazar-e-Sharif, la cuarta ciudad más grande de Afganistán.

La caída de Mazar-e-Sharif, capital de la provincia de Balkh, es un duro golpe para el Gobierno afgano, después de que cayeran ya en manos insurgentes la segunda ciudad más importante, Kandahar, y la tercera, Herat, con Kabul como único bastión contra los talibanes.

Balkh es además la provincia más grande y estratégicamente importante del norte de Afganistán, ya que ha servido como capital de zona para varias provincias del norte, y posee uno de los puestos fronterizos más importantes al limitar con Uzbekistán y Tayikistán.

Estas cinco nuevas capitales regionales se suman a las otras 18 conquistadas por los combatientes en la última semana como parte de su rápido avance en el país motivado por la fase final de retirada de las tropas estadounidenses y de la OTAN, que comenzó el pasado 1 de mayo y que pretende concluir a finales de este mes.

Desde entonces, los talibanes se han hecho con el control de 140 centros de distrito, 23 capitales de provincia y unos diez cruces fronterizos, la mayor conquista en dos décadas de guerra.

Los ojos puestos en Kabul

El creciente temor de que la capital afgana pueda caer de un momento a otro en manos de los talibanes ha empujado a varios países a movilizarse rápidamente para evacuar a su personal nacional en Kabul, además de a ciudadanos afganos que colaboraron estrechamente con ellos durante los últimos veinte años de conflicto.

Durante el fin de semana se espera que lleguen a Kabul gran parte de los 3.000 militares estadounidenses enviados por el Pentágono para ayudar en la evacuación de la mayor parte del personal de la embajada estadounidense y de otros ciudadanos afganos.

Además de EE UU, Reino Unido, Alemania o España, entre otros, anunciaron que en los próximos días tomarán medidas similares en vista de la situación actual, con los talibanes cada vez más cerca de Kabul.

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