La voz del jefe de la mafia siciliana Matteo Messina Denaro, el criminal más buscado de Italia y que se encuentra prófugo desde casi tres décadas, ha sido encontrada en una cinta de 1993, grabada pocos meses antes de que desapareciera.

Se trata de la grabación de una audiencia judicial del 18 de marzo de 1993 del proceso por un asesinato en la ciudad siciliana de Partanna, en el que Messina Denaro tuvo que declarar.

La cinta, difundida por el informativo del primer canal de la televisión pública RAI, ha sido encontrada por la Asociación antimafia Rita Atria en los archivos del tribunal de Marsala.

En ella se escucha como el fiscal pregunta a Messina Denaro si fue interrogado tras el asesinato de un tal Francesco Accardo, una pregunta que él esquivó: "Mire, yo en aquel periodo, viví decenas de interrogatorios para cada homicidio que sucedía", respondió.

La asociación considera que el hallazgo de esta grabación debe enseñar a las instituciones a "tener cuidado de la memoria jurídica e histórica de este país", pues se encontraba perdida entre otros muchos documentos en el archivo del tribunal.

Messina Denaro es una sombra desde hace 28 años

Messina Denaro (Castelvetrano, 1962) es una sombra desde hace 28 años en Italia, desde que optara con la clandestinidad para zafarse de las autoridades tras la ola de terror que provocó al frente de Cosa Nostra con decenas de asesinatos a sus espaldas.

Condenado en contumacia a varias cadenas perpetuas por varios atentados en 1993 en Florencia, Roma o Milán, la última le llegó en octubre de 2020, por el asesinato de los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, y a sus escoltas en 1992.

El arresto de Messina Denaro, en la lista de los criminales más peligrosos del mundo de la Interpol, es el gran asunto de las autoridades italianas, que en los últimos tiempos han asestado varios duros golpes a su entorno de colaboradores.

Sobre todo porque se sabe que desde su escondite sigue impartiendo órdenes en Cosa Nostra, como prueban los "pizzini", los trocitos de papel con los que se comunican sus miembros, interceptados por la Policía italiana en los últimos años.

De él y de su paradero se ha dicho de todo, como que se sometió a una operación para cambiar su rostro. La exfiscal de Palermo, Teresa Principato, que durante años siguió su pista e investigó su red de protección, aseguraba en 2015 que "viajaban muchísimo".