En nota de prensa, el grupo ha expresado su malestar por el hecho de que en dicha comisión no se pudiera llegar a un acuerdo en esta dirección. "Sería posiblemente la decisión más acertada ya que aparte de las condiciones de los recintos, los comportamientos incívicos tampoco ayudan puesto que la gente sigue echando comida inapropiada a los patos a pesar de que está prohibido", ha defendido.

Desde Unidas Podemos han lamentado que los informes de la empresa responsable del contrato de conservación y mantenimiento de zonas verdes, así como el de inspección del Servicio de Medio Ambiente se limitan a describir las características de los estanques, en qué consisten las tareas de cuidado y mantenimiento y el estado de los patos en el momento en que se hicieron las visitas, pero no se hace una valoración sobre la idoneidad del recinto.

Los ediles de este grupo consideran que ni las dimensiones de los recintos, ni su pavimento, ni la profundidad de los estanques, ni la alimentación que reciben son las adecuadas para garantizar un mínimo bienestar a los patos. "En consecuencia, no vemos ninguna razón para tener que mantenerlos allí, cuando podrían estar en un lugar más acorde a sus necesidades", han criticado.

De igual modo, se han quejado de que tampoco haya un control sanitario de los patos ni un protocolo a seguir en el caso de que aparezca uno muerto. "Sólo cuando ha habido una denuncia sobre el estado de un animal por parte de una asociación, de manera altruista han sido los servicios veterinarios del Arca Noé los que se han desplazado hasta allí para examinarlo".

Por último, mientras se toma una decisión definitiva, desde Unidas Podemos han pedido que se coloque un cartel en condiciones y en sitio visible, en el que se explique por qué no hay que echar alimentos procesados a los patos, "haciendo un poco de pedagogía que ayude a una mayor concienciación".