Cada cuánto tiempo hay que regar la lavanda

La lavanda es una de las plantas más reconocibles dentro de un jardín, no solo por su característico color morado o su forma, sino también por su olor. Es un planta aromática que, además, se emplea como remedio natural para algunas afecciones.

Así, quienes dispongan de un lugar exterior en su hogar, como una terraza o jardín, no pueden dejar pasar la oportunidad de disponer de esta planta tan versátil, con propiedades calmantes, que se emplea también como planta decorativa y para funciones culinarias.

El riego de la lavanda: una planta de fácil cuidado

La lavanda es una planta mediterránea que vive en condiciones muy sencillas, adaptándose al clima del lugar. Esta es una de las peculiaridades de la lavanda, que en muchos sitios crece de forma silvestre, lo que la convierte en una planta rústica muy agradecida que casi no necesita cuidados específicos para crecer en el jardín. 

Esta planta, por su carácter rústico, aguanta incluso periodos sin riego. Solamente hay que tener cuidado con la ausencia de agua los meses de crecimiento, cuando se necesitará regar de forma regular, pero moderada. Así, en los meses de verano será suficiente con una vez a la semana, siempre que el sustrato esté ya seco, mientras que los meses de invierno se pueden espaciar más los riegos. 

No hay que regar nunca mojando las ramas y flores, porque la humedad en la superficie de la planta puede dar lugar a la proliferación de hongos. Además, será fundamental contar con un buen drenaje en la maceta o con un suelo que filtre bien el exceso de agua, ya que las raíces no soportan el encharcamiento. 

Además, es importante plantarla en un lugar donde tenga espacio suficiente, tanto en maceta como en el suelo, ya que alcanza unas buenas dimensiones. También debe estar en un sitio con muy buena ventilación y en un lugar donde reciba luz directa del sol durante varias horas al día, según Verdecora.