Un año y medio después de que Reino Unido detectara por primera vez el coronavirus y las restricciones se convirtieran en una constante en el país, los británicos han dicho adiós este lunes a las limitaciones aplicadas a causa de la COVID-19. Vuelven las discotecas sin aforos, renace el ocio nocturno, desaparecen las reducciones de aforo en bares y cines y desaparece la obligatoriedad de la mascarilla en prácticamente todos los espacios. Sin embargo, no todo el mundo ha acogido estas medidas con el mismo entusiasmo. 

Reino Unido celebra su 'Día de la Libertad', su primer día sin restricciones, con los casos de coronavirus disparados

Hace poco más de una semana, más de 1.200 científicos pidieron al Gobierno de Boris Johnson a través de una carta difundida en el diario médico The Lancet que reconsiderara su decisión de eliminar las restricciones ante el continuo incremento del número de casos, que registra máximos equiparables a los registrados en la peor etapa de la pandemia el pasado enero.

También asesores de varios Ejecutivos extranjeros, como Nueva Zelanda, Israel e Italia, hicieron sonar las alarmas en torno a esta política de Johnson. Sin embargo, el premier británico se reafirmó en su postura de no posponer la desescalada e hizo una llamada a la "responsabilidad personal" de los ciudadanos de su país para que se comporten con "extrema cautela" a partir de este lunes. 

"No hay absolutamente ninguna justificación para relajar las restricciones ahora", dice Peter English, expresidente del Comité de Medicina de Salud Pública de la Asociación Médica Británica, y recoge Nature. "En todo caso, deberían endurecerse, al menos hasta que el aumento de las tasas de casos se haya invertido", afirma. En la misma línea se manifiesta el epidemiólogo William Hanage, de la Escuela de Salud Pública T. H. Chan de Harvard, que resalta que repite "un patrón de prometer tontamente un resultado cuando se trata de un agente altamente infeccioso".

Tras varias jornadas en torno a los 50.000 nuevos casos de COVID-19 diarios en el país, los científicos han alertado de que podrían llegar a superarse los 200.000 en 24 horas después de la eliminación de estas limitaciones. No obstante, el Ejecutivo de Reino Unido asegura que no dará marcha atrás porque confía en la protección de las vacunas y las temperaturas estivales.

Posturas encontradas entre la ciudadanía

Entre la población, la postura ante esta relajación no es unánime. La ciudadanía se divide entre quienes ya a medianoche han celebrado con júbilo el abandono de las restricciones en las discotecas como si de Año Nuevo se tratase y quienes consideran prematura la decisión de Johnson, que estrena esta 'nueva normalidad' confinado a causa de un contacto estrecho con un positivo. 

De hecho, solo uno de cada tres británicos aprueba la desescalada puesta en marcha por el Gobierno de Reino Unido y apenas dos de cada diez jóvenes asegura que iría a una discoteca dada la situación de la pandemia en el país, de acuerdo con un sondeo publicado por The Times y recogido por laSexta. Todo ello ha provocado una corriente de críticas y memes en las redes. 

Entre los más satisfechos con esta decisión del Ejecutivo se encuentran los hosteleros, que pueden abrir sus establecimientos sin limitaciones tras 16 meses y sin siquiera requerir el uso de mascarilla. Sin embargo, no faltan los que temen tener que cerrar en unas semanas tras un repunte de los casos. 

Boris Johnson, confinado

Boris Johnson recula y hará cuarentena tras el positivo de su ministro de Salud

Este 'día de la libertad' llega con el premier británico confinado, al igual que el titular de Economía, Rishi Sunak, tras haber estado en contacto con el responsable de Sanidad, Sajid Javid, positivo en coronavirus. Los dos primeros informaron en un inicio que no guardarían la prescriptiva cuarentena, sino que se acogerían a un programa piloto de rastreo y test exhaustivos.

Sin embargo, el aluvión de críticas ante esta decisión, contraria al protocolo vigente para el grueso de la población, ha llevado a Johnson a optar por confinarse y estrenar el 'día de la libertad' en esta paradójica situación.