El Gobierno evita comentar la salida de Redondo: "Es potestad del presidente hacer un equipo con energías renovadas"

Pilar Alegría, ministra de Educación; Isabel Rodríguez, ministra portavoz y de Política Territorial; y Reyes Maroto, ministra de Industria.
Pilar Alegría, ministra de Educación; Isabel Rodríguez, ministra portavoz y de Política Territorial; y Reyes Maroto, ministra de Industria.
EFE
Pilar Alegría, ministra de Educación; Isabel Rodríguez, ministra portavoz y de Política Territorial; y Reyes Maroto, ministra de Industria.

El Gobierno evita comentar la marcha de Iván Redondo, jefe de gabinete del presidente Sánchez hasta el pasado sábado. Su relevo por Óscar López fue uno de los cambios más inesperados y comentados en el marco de la renovación del Ejecutivo, y este martes, la nueva portavoz, Isabel Rodríguez, no quiso aclarar si fue él mismo quien decidió irse o si es Sánchez quien ha puesto punto final a la relación. 

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, los medios preguntaron a Rodríguez "qué ha pasado con Iván Redondo", que no asistió a ningún acto de traspaso de carteras y que tampoco fue mencionado por Sánchez cuando expresó públicamente su agradecimiento a los ministros salientes. La respuesta de la portavoz, sin embargo, no resolvió el misterio: "Esta es una responsabilidad del presidente", comentó sobre la crisis de Gobierno, para añadir a renglón seguido que el objetivo de la renovación es favorecer "el interés general del país y conformar un equipo con energías renovadas".

"En cuanto a los aciertos o errores en las tomas de posesión, o a los análisis más minuciosos, comprenderán que en el estado de emoción que teníamos ayer podríamos ponernos a analizar y sacar muchas conclusiones...", añadió Rodríguez, quien subrayó que "hay mucha ilusión y mucha esperanza en este proyecto".

En las últimas horas han circulado distintas versiones sobre Redondo, que llegó a tener presencia en la comisión del Centro Nacional de Inteligencia -maniobra que revirtió el Tribunal Constitucional-, que puso la Secretaría de Estado de Comunicación bajo sus órdenes y a quien la oposición reprochaba con frecuencia haber generado una suerte de Gobierno paralelo con un buen número de asesores. Tampoco generaba simpatías en el PSOE.

Desde el entorno del asesor -que trabajó con múltiples candidatos del PP antes de situarse junto a Sánchez- se trasladó el sábado que él mismo había pedido abandonar el Gobierno, mientras que fuentes del Ejecutivo dijeron este lunes que había reclamado para sí el Ministerio de la Presidencia, que finalmente Sánchez otorgó a un hombre de su máxima confianza, Félix Bolaños.

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